Al ver la repentina picardía de Eduardo, Celia volvió a sonrojarse.

—¡Que estamos de día, no digas tonterías!

—También fue de día cuando hicimos eso en la bañera —A Eduardo le encantaba ver cómo Celia se sonrojaba por lo que decía.

Celia apartó la cabeza y se alejó de él de lo vergonzosa que estaba.

Sin embargo, ella también se sintió emocionada e incluso recordaba en su mente esa capacidad especial de la bañera, se puso vergonzosa.

Eduardo llevaba mucho tiempo sin ir a la oficina, y ahora que todavía era temprano para la comida, iba a ir a la oficina para firmar unos papeles.

Celia también quería estar mejor arreglada para encontrarse de nuevo a la familia de Eduardo, así que quería ir a una peluquería cercana de la oficina para arreglarse y esperar a que él saliera.

—Te llevaré a la peluquería a la que siempre voy —Eduardo apoyó a Celia para que diera el paso de ponerse bella por su propio bien.

—Ve y haz lo tuyo, no te preocupes por mí —Celia negó con la cabeza.

No quería que Eduardo dejara todo planeado, eso la haría sentir aún más incómoda.

Eduardo acarició la cabeza de Celia y dejó un beso en su frente.

—Te llamaré cuando haya terminado.

Eduardo entró a la empresa mientras Celia caminaba a paso ligero hacia la peluquería.

Justo al llegar al final del callejón, Celia tuvo una sensación de que algo iba mal en el ambiente.

El sexto sentido de una mujer a veces podía ser muy preciso, Celia al percibir que alguien estaba detrás, se detuvo en seco y efectivamente había un hombre con una gorra que también se detuvo en seco y la miró con frialdad.

La gorra del hombre estaba tan baja que no veía quien era, pero su figura y su forma de caminar le recordó a alguien.

«¡Alejandro!»

Celia miró el callejón que no había nadie y echó a correr sin pensarlo a la peluquería que solo le quedaba un corto camino.

Alejandro al verla correr también arrancó a gran velocidad y corrió directamente hacia Celia.

«¡Realmente había venido por mí! ¿No se había ido ya de la Ciudad Sur?»

Celia estaba en pánico, y cuando estaba a punto de llegar a la peluquería, encontró que estaba cerrada debido a un viaje de negocio.

Quería ir al supermercado de al lado para refugiarse, pero Alejandro ya se acercó a ella.copy right hot novel pub