La habitación muy iluminada estaba vacía. Sólo se oía el ruido del agua procedente del baño.

Al notar la figura alta y tonificada que se asomaba detrás de la puerta de cristal esmerilado, Celia cogió una botella de vino de la estantería, se armó de valor y abrió la puerta.

La niebla que llenaba el cuarto de baño parecía velar los ojos de la chica como gasas, y le daba una sensación de irrealidad. Celia no podía distinguir los rasgos del hombre que estaba dentro, pero le pareció que resultaba familiar.

No fue hasta que se acercó completamente al hombre de la bañera que Celia lo vio con claridad, ¡y se quedó boquiabierta incoherentemente.

«¿Cómo podría ese hombre desnudo ser Eduardo?»

—¿Por qué eres tú? —Celia tartamudeó.

Al ver la expresión de la mujer, que pasó del pánico a la conmoción, Eduardo se ató una toalla a la cintura con una cara nublada, sin decir nada.

—¿Tú, tú... eres ese pervertido? —Celia pinchó a Eduardo con incredulidad.

¡La sensación de que el ex novio se convirtiera en un pervertido acosador era indescriptible para ella! Pero a pesar de la confusión que había en su cabeza en ese momento, todavía quería pedir una aclaración.

—Fuera —Eduardo tiró de Celia desde el baño hacia la puerta de la habitación.

—¿Por qué me enviaste esos mensajes? —Celia seguía aturdida. Quería una explicación.

—Fuera —dijo Eduardo y frunció el ceño por el olor de alcohol.

—Eduardo, han pasado cinco años desde que rompimos. ¿Todavía no me vas a dejar en paz?

Los recuerdos del pasado en la mente hizo que Celia quisiera llorar. Al no escuchar la explicación del hombre, continuó quejándose.

—¿No quedamos en no vernos nunca más? ¿Por qué has vuelto a aparecer en mi vida? Me espiaste, ¿no? ¿Y me enviaste esos mensajes asquerosos? Dime, ¡¿Por qué?!

La voz de Celia se volvió aguda por la emoción y su rostro se enrojeció.copy right hot novel pub