Una vez que sus emociones se calmaron, Celia se puso a hacer la maleta y salió directamente de su piso alquilado.

Después de una noche de reflexión, Celia se había aclarado de muchas cosas. Lo más urgente de ahora era devolverle el dinero a Alejandro.

«50 mil euros... ¿de dónde podré sacar esta cantidad tan grande de dinero?» Celia pensó de repente en Eduardo. «Ahora sólo puedo acudir a él.»

Eduardo no se sorprendió al ver a Celia En el edificio del Grupo Esplendor.

—¿Pasa algo? —El hombre seguía con esa mirada fría.

—¿Puede prestarme algo de dinero?

—¿Qué pasa? ¿No pides dinero a tu novio actual, sino a mí, tu exnovio? —Los dedos de Eduardo golpeaban suavemente en el escritorio, tenía un rostro inexpresivo.

A Celia ya le resultaba difícil hablar de este asunto, y ahora que se le preguntaba de nuevo, se sentía tan avergonzada que casi quería irse.

—He roto con él, pero todavía le debo 50 mil euros... —Celia sabía que había perdido toda la dignidad delante de Eduardo.

—Celia, tengo curiosidad por saber qué te animó a pedirme prestado 50 mil euros —Eduardo levantó una ceja, mostró una pizca de sorpresa en su rostro, y luego se puso una cara pensativa—. ¿Podría ser la locura de aquella noche?

La cara de Celia se puso pálida, incapaz de articular ninguna palabra.

—No cuesta ni 50 mil euros acostarse con una virgen, ¿no serás demasiada cara?

—Olvídalo si no quieres, no hace falta humillarme.

Ante las burlas de Eduardo, Celia apretó desesperadamente los puños para contener sus emociones y se fue del despacho.

«Estoy tan loca como para pensar que Eduardo me prestaría dinero...copy right hot novel pub