“No existe nada completamente errado en el mundo, incincluson reloj parado consigue acertar dos veces al día”
Paulo Coelho
Luego de cantar el cumpleaños, todos regresaron a sus apartamentos. Mary se quedó ayudando a Karem a recoger y limpiar.
–¿Dónde estaba Rosa?
–No lo sé. Pero creo que recibió tu mensaje. Llegó hace una hora. Y bueno, me ayudó a arreglar un poco la casa.
–Es raro que justo un día antes del cumpleaños de Elena desaparezca
–Realmente no lo es. Hace siete años atrás, cuando apenas tenia dieciséis años, fuimos a una fiesta. La vi beber mucho. Le pedí que parara de tomar. Había un tipo que la estaba tocando exageradamente. Incluso le dije que no se estuviese aprovechando de ella porque estaba tomada. Pero yo apenas tenía doce años y sólo se burló de mí. Me senté en el jardín con una de mis amigas y cuando fui a buscar a Rosa, ella se había ido con aquel tipo. Yo regresé a casa de mi abuela, sin ella. Mi abuela se enfadó conmigo por haberla dejado sola. Pero yo no podía hacer más. Desde que mamá nos abandonó y se fue con un tipo, abuela se encargó de nosotras. Esa madrugada oí que tocaban la ventana. Era Rosa. Le abrí y estaba casi desnuda. Tenia varios golpes y moretones en el cuello. Le abrí sin que abuela se diera cuenta. Aquel hombre la había violado y dejado en plena carretera. Camino hasta la cada y por eso llegó en plena madrugada. Quedó embarazada y ella, no quería tenerla; pero mi abuela, la obligó a parirla y al nacer la daría en adopción. Cuando la niña nació, y la tuvo en sus brazos, decidió que no abandonaría a su hija, como nos abandonó nuestra madre.
–Es realmente lamentable lo que le ocurrió. Más, Elena no tiene culpa de lo que pasó esa noche.
–Debo irme Ka, gracias por apoyar a Elena, gracias.
–Quiero a esa niña, como si fuese mía. Nunca dejaré que alguien le haga daño. Ni siquiera tu hermana.
Mary se fue y Karem cerró y apagó las luces. Se acostó en el mueble a revisar sus mensajes. Ninguna noticia de Diego, ninguna noticia de Ernesto.
–Mejor será dormir–dijo a sí misma.
Se levantó del sofá, fue hasta su cuarto. Se quitó la ropa y se acostó.
A media noche despertó, creyendo que habría amanecido. Eran la tres de la madrugada. Se había acostado temprano. Ya a las nueve, estaba dormida. Tomó el teléfono para verificar la hora. Vio que tenía algunos mensajes de whatsapp y messenger.
Revisa el whatsapp, tiene cinco mensajes de Virginia.
–Ka, discúlpame por lo de hoy, tienes razón en todo lo que dijiste.
–Eres más que mi única amiga, mi hermana.
–Esa confusión de sentimientos me llevó a creer otra cosa.
–Sí debo ocultar esto que siento, por tu amistad, lo haré.
–Por favor, responde.
Karem prefiere hablar con ella personalmente ese asunto.
Entra en messenger, dos mensajes de Diego:
12:00am
–Amor mío, mi Karem, no te había respondido porque el tiempo lo tengo algo complicado. Debo terminar esta semana tres cuadros. Pero no dudes que te pienso y extraño.
–Quisiera tenerte cerca a mí, poder dibujar com mis dedos el contorno de tus labios y tus ojos. Dibujar tu figura sobre mi cama y que mis manos enciendan la llama de tu sexo. No te imagino de otra manera que no sea poseyendo tu cuerpo y uniéndome a ti, a tu ser.
Karem respira profundamente, coloca el teléfono sobre su pecho, como abrazando aquellas palabras y atesorándolas.
Piensa en él y se cuelan los rostros de Ernesto y Miguel.copy right hot novel pub