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⭐Amor sin anestesia

Capítulo 29 La recaída

“La lluvia comienza con una sola gota”

Manal al Sharif

Amaneció lloviendo se enreda entre las sábanas como una mariposas en su oruga. Despierta, ve que aún tiene la misma ropa húmeda de ayer, con razón siente tanto frío. Permanece acostada, mirando las gotas de lluvia en los vitrales, se distrae oyendo como salpican en los bordes metálicos de la ventana.

Siempre recuerda cuando llovía en el campo, donde vivía su abuela; le gustaba oler la tierra desprendiendo ese aroma tenue y delicado. Imaginar cuando de adolescente sus ferormonas la hacían esconderse bajo las sábanas y acariciarse, sentir su vagina cobrando vida y tal, como una nepenthes, succionaba sus dedos.

El sonido del teléfono la regresa a la realidad. Recuerda el episodio de anoche y recuerda esa noche de lluvia, en brazos de Miguel. Toma el celular. Es un mensaje de Virginia: “puedo ir hasta tu casa”.

Deseaba quedarse acostada y no responder. Pero así no es ella, se intenta levantar, siente que la cabeza le da vueltas. Se anima así misma:

–Uno, dos, dos y medio, casi tres, tres, ¡arriba!

Se levantó y va hasta el baño; entra, se desviste y abre la regadera. El agua tibia resbala por su cuerpo, esa sensación eriza su piel y endurece sus pezones, mientras en su memoria se pasea la imagen de los labios de Miguel, besando con ternura su frente. ¿Sería posible que ya no la deseara?Comienza a recordar y revivir aquella primera vez, en esa noche de lluvia. Imagina que sus manos son las de él, saborea sus labios como si sintiera sus besos, desea sentir su lengua traviesa recorrerle todo el cuerpo, y siente que su piel se enciende. Sus manos se deslizan, su cuerpo se estremece, sus dedos se internan entre sus pliegues, intentando dar con su cartílago; cual pira encendida con cada roce, se va poniendo rígido y más caliente; su ritmo cardíaco se acelera, sístole, diástole, sístole diástole, su vagina se acompasa con sus contracciones. Se mueve en la bañera, su pelvis se mueve inconscientemente al tacto. “Más rápido, más rápido, coño más rápido” bisbisea:

–Ah, ah, ah, ahhhh, ahhhhhhhhhhhh.

Respira profundamente. Deja que el agua enfríe sus ganas. Toma la toalla y sale del baño. Sobre la cama, ve el teléfono encendido. Una llamada perdida. Número desconocido. “No, no lo es. Es su número, mi mente lo registra como una clave secreta que abre la caja fuerte. Mi caja fuerte.” Piensa reconociendo que se trata de su pasado con nombre y apellido Miguel Nuzzo.

Siempre le pareció impresionante como estaban conectados. Siempre ha habido algo antirracional entre ellos.copy right hot novel pub

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