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⭐Amor sin anestesia

Capítulo 41 Azares del destino

“El amor, como el arte, devuelve proporción exacta de la emoción que se le pone: uno encuentra lo que busca.”

Tina Modoti

–¡Hola, hermano querido!– dice efusivamente Ernesto mientras abraza a Diego, dando palmadas en su espalda.

Diego responde a su abrazo com algo de recelo. Es imposible ocultar su decepción. Nuevamente su hermano se interpone en su destino.

–¿Qué tal, como estás?

–Te presento a mi novia, ella es...

Diego lo interrumpe:

–¿Karem, no?

–Sí–contesta ella titubeante.

–Acabo de conocerla. ¿Y tú como has estado? ¿Cómo estáAntonelka?

–Bien, imagino que bien–responde Ernesto.

–Maravillosa exposición Diego–comenta Karem.

Eliza se aproxima, Diego toma su mano.

–Eliza, este es mi hermano Ernesto y su novia Karem.

–Un placer, bella dama– responde Ernesto haciendo una reverencia y besando su mano.

–El placer es mío– responde Eliza, extendiendo sin extender su mano, observa a Karem.

–Igualmente–responde Karem, quién debe recoger su mano com discreción al no haber recibido el saludo amable de Eliza.

–¿Vienes para presentarte a los invitados especiales de la Galería, amor?

–Sí por supuesto querida– responde Diego– quedan como en su casa– añade.

Karem siente el rostro encendido. Aquella mujer le había hecho un desplante y lo peor, es qie era evidente su relación con Diego.

–Ese hermano mio, es todo un Don Juan– comenta en un sentido algo despectivo.

–No sabia que tenias un hermano. Y menos que era pintor.

–Digamos que no nos vemos con frecuencia y él, sería lo que uno llama, la oveja negra de la familia.

Karem guarda silencio. ¿Era posible que se hubiese equivocado de esa maner con Diego? ¿Todo su misterio obedecía a lo oscuro de su vida?

–¿Te pasa algo mi amor? Estás algo callada.

–No, para nada. Sólo trato de apreciar y entender el mensaje en este cuadro.

–Cierto que te encanta el arte. Creo que vi, a un conocido de la infancia de aquel lado. ¿Me acompañas a saludarlo?

–Ve tú, yo te alcanzo en un minuto.

Ernesto le da un beso en la mejilla, y se aleja. Karem respira profundo. Siente ganas de llorar y a la vez de huir de allí.

Continúa viendo las obras, en cada una de ellas, siente que algo se conecta con ella. Tal vez era casualidad, o simplemente era esa necesidad de ella de sentirse conectada a Diego, lo que le hacía pensar que estaba hecha para ella. Los torsos, las manos, hasta ahora, sólo faltaba ver el rostro de aquella ”Musa Virtual” que Diego había dibujado.

Las horas pasaron rápidamente, apenas podía cruzar miradas con Diego y era tan fría como el témpano de hielo y a la vez, la quemaba por dentro. Ernesto,en cambio, parecía divertirse. Concersava con casi todas las personas. Nunca se sintió tan sola en un lugar.

Diego a cada instante, buscaba aproximarse a ella.copy right hot novel pub

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