“El más poderoso hechizo para ser amado es amar”
Baltasar Gracián
Amanece y Karem observa a Diego a su lado. No puede creer aún que pueda ser real, tanta felicidad. Amar y ser amada, es el sueño de toda mujer. Él es su sueño hecho realidad.
Contempla su rostro, dormido parece un niño; la ternura que despierta en ella, es tan intensa como la pasión que los une.
Él se mueve hacia su lado izquierdo, se topa con el cuerpo de ella. Hace tanto que no vivía aquella sensación. Abre los ojos, voltea a mirarla, ella le sonrié.
–¡Buen día, amado mío!
–¡Buen día mi amada!
Se aproxima y la besa con pasión. Se envuelven en un abrazo intenso que amalgama los cuerpos sedientos, uno del otro.
Como recién casados vuelven a amarse, sin dejar dudas de que aquello que sienten es temporal. Él sabe cuanto tiempo estuvo buscando esa mujer que le brindara todas esas emociones de forma simultánea que ella provoca, incita y despierta en él.
–¡Te Amo Karem!– bisbisea él mientras la penetra.
–¡Y yo te amo Diego!– responde con la voz entre cortada, en medio de gemidos y besos.
Quedan exhaustos pero con la plenitud en los rostros. Él se acuesta a su lado. Observa su reloj.
–¿Debes irte?
–Sí, tengo que reunirme con Eliza para finiquitar detalles de mi viaje a Milán.
Ella siente caer sobre de ella, una cubeta de agua fría. Sin embargo, permanece callada, sin decir ni una palabra. Él le estampa un beso en la boca y se levanta de la cama. Camina hasta el baño para ducharse.
Karem comienza a sentir los embates del amor, celos y dudas hacia la relación de Diego y Eliza. Aunque ella no se lo puede pedir, pensó que en algún momento él podía haber desistido de su viaje, o por lo menos pedirle que fuese con él. Pero parece que los planes de Diego son diferentes y que ella no está dentro de ellos.
Se pone de pie, va hasta el baño, mientras él está en la ducha, ella se cepilla. Le gustaría entrar junto a él, sentir la humedad de sus cuerpos y sus pieles quemándose.
–¿Amada mía? Acompáñame a bañarme.
–Ok dame unos segundos– responde mientras enguaje su boca.
Abre la puerta corrediza, entra. El calor de su cuerpo y la humedad de él, se conjugan. Tenerlo así frente a ella, besar su pecho fuerte y musculoso, ver como el agua se cuela entre sus cuerpos, son experiencias que no vivía tan intensamente desde que Miguel entró a su mundo.
Salen de la ducha, van hasta el cuarto, mientras él se viste, ella va a preparar café.copy right hot novel pub