*Kylie*
—¿Qué fue eso? —pregunta Summer cuando se escucha algo en el piso de arriba.
—Algo debió caerse, ya no sigan diciendo cosas que me da miedo —ríe Sky, y le acompaño también con una risa nerviosa.
Nos encontrábamos todas en la casa de Sky para pasar la tormenta con una pijamada entre amigas, según Blair, en honor a Mía.
Estábamos del todo bien comiendo papitas, palomitas de maíz, y un rico queque que hizo Sky mientras veíamos una película en la sala, hasta que la tormenta aumentó y cortó la luz de toda la cuadra. Fuimos por unas velas que tenía la chica por su casa, y las dejamos en la mesita de centro para sentamos alrededor de ella sobre la alfombra, apoyando nuestras espaldas en los sillones a nuestro alrededor.
—En serio que parece una secta con las velas de esta forma —ríe Sky, pero se calla cuando vuelve a sonar algo.
—Ay, ya. No me está gustando esto de que se haya ido la electricidad —cruzo mis brazos haciendo un puchero.
—Hablemos de algo, hagamos ruido para sacar a los fantasmas —bromea Blair— ¿Alguien quiere contar algo? —todas nos miramos entre si esperando alguna respuesta.
—Creo que yo —habla Sky— Es sobre Zain, Summer.
La nombrada rueda los ojos y la mira con una ceja alzada esperando lo que iba decir. Por lo que me ha contado, ya está cansada de que Sky se meta tanto en su relación.
—¿Qué? —pregunta en seco.
—Hoy... —muerde el interior de su labio inferior— Hoy en la mañana vino a mi casa —todas miramos a Summer esperando su reacción. Está solo observa esperando más información— Vino hecho una furia, a regañarme sobre que estaba metiendo cosas en tu cabeza.
—¿Vino aquí, a tu casa? —pregunta indignada. Miro a Blair que al igual que yo no sabía qué decir, o hacia qué lado huir.
—Sí. Me dijo que debía dejar de meterte cosas en la cabeza sobre fantasmas, asesinos y locuras así, porque según él, eres muy crédula —la observa para ver qué dice, y al estar callada, decide continuar— Y yo le dije que tú eras libre de pensar lo que quieras y que no por ser su novia tienes que hacer lo que él quiera.
—Tu sabes que estoy grande para defenderme sola —le avisa Summer, intentando ocultando un poco su dolor.
—Sí, lo sé. Pero vino a mi casa y solo dije lo que pensaba del cómo te trataba —la castaña frunce el ceño.copy right hot novel pub