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Cada Noche Mia [#2 Trilogía Infierno]

Capítulo 31|Su mujer – Parte 1

▪︎ LILLIE ▪︎

Sin darle más tiempo baje apresurada a la planta baja, en mi rostro deslumbra una radiante sonrisa. Al instante que Enzo llegó a mu habitación para avisarme que Dante ya estaba esperándome afuera de la mansión, salí casi corriendo.

Parecía una adolescente enamorada, darnos una oportunidad, permitirle que me pretendiera a su manera, era algo que estaba esperando con muchas ganas, tanto que no me importó que nuestra relación diera rienda suelta con sexo.

Y es que con él todo eso era, deseo, anhelo, lujuria, fuego e infierno todo en ello, éramos los dos y cuando estábamos cerca ardíamos más, tanto que el calor nunca nos abandonaba. Con él era siempre sexo y más sexo, pero uno muy placentero del que no te cansaba, sino al contrario te obsesionaba.

Nunca dejaría de desear a ese hombre y menos cuando mis ojos tenían esa vista tan perfecta de él. ¿Podía ponerse más atractivo y ardiente?, quedo embelesada en cuando lo vi, estaba vistiendo unos pantalones de mezclilla oscuro, una camisa gris y una chaqueta de cuero negra, pero lo que me dejó casi babeando fue su rostro y su cabello algo desordenado. Su cara mostraba una sonrisa de lado en cuanto me miró, traía unas gafas de sol que lo hacía verse más sexy.

Llego hasta él, pero me detengo en cuanto se gira para tomar un casco que estaba sobre el asiento de una motocicleta. No creo que nos vayamos a subir en eso, ¿o sí?

Se gira para volver hacía mí y sin quitar su seductora sonrisa me habla.

—Te colocare esto —dice en cuento me pone el casco en la cabeza, se vuelve a girar pero esta vez para montarse en esa cosa, yo solo lo veo con mis ojos bien abiertos —Vamos sube, si te lo piensas más se terminará el día y no alcanzaremos abierto el lugar donde debemos ir.

Se había dado cuenta de que me estaba cuestionando en si subir o no a ese vehículo. Tenía miedo y más por mi estado. ¿Y si me cayera de eso? No tengo ni idea de cómo conduciría Dante.

—No pienso subirme a esa cosa —señaló la motocicleta haciendo un gesto de mal gusto.

—Venga preciosa, no tengas miedo. Prometo que tendré cuidado. —alza sus gafas para lanzarme un guiño.

Solo él sabe como convencerme. Sin protestar más me acerco para subirme.copy right hot novel pub

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