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Cada Noche Mia [#2 Trilogía Infierno]

Capítulo 32|Su mujer – Parte 2

▪︎ LILLIE ▪︎

Momento después me encontraba en el vestido de la pequeña boutique. Ya con muchas prendas por medir me, vestidos, pantalones, blusas, bikinis, no se para que y hasta lencería, toda era muy sexy y de encaje. Lo bueno es que la persona que me ayudó fue una joven, otra chica que trabajaba para la mujer déspota que nos recibió al entrar. Solo de pensar que esa mujer me hubiese ayudado a elegir esas prendas íntimas, me hubiera incómodo, aunque su actitud hacía mi ya había cambiado.

Dante se había quedado sentado en un recibidor pequeño que tenía el vestidor. Pensar que estaba a pocos metros de mí mientras me desnudaba para medirme ropa me inquietaba. Quería más, ya que nunca tendría suficiente de él.

Mientras me ponía un conjunto de lencería de encaje en color negro escuché moverse la cortina del probador. Intente cubrirme al momento que tome una prenda con rapidez sin darme cuenta que era muy pequeña para tapar algo.

—¿Qué haces? —digo confundida cuando veo entrar a Dante al provocador junto a mí.

No alcanzo a girarme cuando ya está su pecho pegado a mí. Se me corta la respiración en cuanto lo siento y puedo sentir su erección clavarse en mi espalda baja. El espejo queda frente a nosotros, así que puedo verle. Pero mis ojos se cierran cuando sus manos van hacia mis caderas y su rostro lo sumerge en mi cuello.

—No sabes cuántas putas ganas tengo de follarte contra este espejo —susurra en mi oído —Mientras estaba allí afuera te imaginaba con cada una de estas prendas puestas en este provocador y sexy cuerpo.

Soltó lo ultimo para después bajar a mi cuello para lamer y morder hasta haciéndome estremecer. Jade un poco alto cuando una de sus manos bajo hasta las bragas haciéndolas a un lado para introducir sus dedos a mi interior. Solté un gemido cuando se apoderó de mí canal y comenzó hacer maravillas con sus dedos.

—Dante.. —gimo.

—Abre los ojos, quiero ver tus esmeraldas dilatadas por la excitación que provocó en ti.

Obedezco a sus orden. Su mirada y la mía se conectan al momento que abro mis ojos, sin apartarlos él sigue tocándole y besando mi cuello. Su otra mano viaja a uno de mis pechos y juguetea con mi pecho duro, que ya se encontraban preparados como mi centro.

—Estas tan húmeda.. tanto que solo pienso y quiero enterrarme muy profundamente en tu coño estrecho. —sus dedos profundizan más y se mueven frecuencia provocando que tiemble entre ellos y gimiendo más —Quiero ver tu mirada cuando te corras y grites mi nombre.

No podía gritar, no debía dejar que escucharan lo que estábamos haciendo dentro del vestidor. Pero la sensación era tan placentera y deliciosa que no podía resistirme a soltar un grito o gemir.

—No.. me.. escucharan.. —digo entrecortado.

—Que escuchen, que sepan lo feliz que te hago con un orgasmo —su voz ronca, él también estaba excitado por la adrenalina a que alguien nos oyera o nos vieran. Oh por Dios, no creí nunca llegar asentir tanto calor y excitación —Vamos gatita, córrete para mí —dice en un tono sexy.

El calor me invade más y me estremezco cuando sus dedos se mueven más y más y su pulgar hace círculos en mi clítoris. Gimo tan alto sin importarme que los ruidos salgan del cubículo donde nos encontrábamos.copy right hot novel pub

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