El miércoles por la tarde Dylan me propone acompañarlo al gimnasio y ya que hace un buen tiempo no iba con él, acepto gustosa; en el camino me habla sobre las novedades que han habido últimamente, entre ellas el hecho de que uno de sus amigos hace poco se convirtió en papá, me cuenta que todos en el gimnasio pueden ver lo feliz y emocionado que está, pero sobre todo lo orgulloso que se muestra, pues según Dylan cada vez que tiene una oportunidad, se pasea por todo el lugar enseñándoles fotos de su pequeño bebé a todos los demás chicos; su historia me hace reír, se me hace bastante tierno que todo un hombretón musculoso y grande se derrita por completo al hablar de su bebé.

En cuanto me bajo del auto, Dylan me acerca a su cuerpo y me conduce hasta la entrada del lugar, saludamos a algunas personas y continuamos nuestro camino hasta que estamos en el área de las maquinas, allí la mayoría de los chicos empiezan a acercarse para saludarnos y molestar un poco a Dylan fingiendo que me coquetean, yo solo puedo reír cuando él empieza a espantarlos a todos mientras los insulta, los chicos solo se alejan mientras que se ríen a costa de su ira.

En cuanto Dylan empieza su rutina yo me quedo embobada mirando sus enormes músculos contraerse, mientras que un gesto de concentración se posa en su rostro. Si alguien me preguntará la razón por la que vengo al gimnasio con mi novio, yo podría tomarle una foto a Dylan en este justo momento y luego enseñarla como modo de respuesta, pienso que con solo verla la gente entendería mi fascinación por verlo ejercitarse.

Después de un buen rato de ver embobada a Dylan, decido primero limpiarme la baba y luego curiosear el gimnasio; los amigos de Dylan me explican pacientemente para que sirven algunas máquinas que no he llegado a ver aún y al final al me animo a probar unas cuantas, sin saber ni cómo.

Termino rodeada por los chicos mientras que voy realizando los ejercicios que me indican, en todo el rato lanzan algunas bromas entre ellos que me sacan más de una sonrisa; después de un buen rato de intentar hacer ejercicios con ellos, me despido y busco a Dylan con la mirada; en cuanto lo encuentro camino lentamente hasta él y empezamos a bromear coqueteando como si no nos conociéramos. Cuando él me dice que es mejor que dejamos las cosas así, pues su novia es una experta en dar bofetadas lo empujo lejos de mí, protestando por su broma.

Unos minutos después Danilo llega hasta nosotros y nos saluda efusivamente, hablamos por un buen rato con él; luego ambos deciden seguir ejercitándose juntos y yo me quedo como una simple espectadora, riendo por algunas bromas que le hace Danilo; Dylan intenta fingir fastidio, pero Danilo sabe muy bien como provocarle una sonrisa a la gente. Poco tiempo después algunos de los chicos se les unen y al final termino conociendo a Manuel, quien resulta ser el reciente papá y tal como me contó Dylan, él me enseña varias fotos de su pequeño bebé, me cuenta que ha sido un pequeño varoncito fuerte y sano y a mí se me remueve el corazón al ver el brillo de orgullo con el que habla de lo mucho que él y su esposa están disfrutando de su primer hijo.

—Deberíamos escabullirnos juntos a las duchas. —Me dice Dylan cuando termina su rutina, mordiendo el lóbulo de mi oreja haciéndome dar un respingo.

—Ya basta, claro que no haremos eso. —Le digo alejándome de su cuerpo, él protesta audiblemente, pero al final cada uno toma su camino a las duchas.

En cuanto estoy cambiada y lista, me siento a esperar a Dylan en una banca cercana a la ducha de los hombres, él aparece segundos después con el cabello húmedo y ropa limpia, una hermosa sonrisa estalla en sus labios en cuanto me ve, cuando está frente a mí me pongo de pie y nos damos un suave beso; somos interrumpidos por el escándalo que arman sus amigos gritándonos que nos separemos, mientras que él les frunce el ceño yo solo me rio suavemente. Caminamos tomados de la mano hasta la salida y nos despedimos de todos; en cuanto llegamos al estacionamiento que hay al frente del gimnasio Dylan me ayuda a subir, pero cuando está por entrar también al auto Danilo llega trotando hasta nosotros.

—Oye D, te necesitan en la recepción, al parecer necesitan actualizar los datos de todos y tienes que llenar un formulario.

— ¿Tiene que ser ahora?, Estábamos por irnos. —Le dice con un gesto de fastidio.

—Lo siento hermano, debe ser hoy, pero no tarda nada. —Dylan suspira audiblemente y luego me mira con duda.

—Ve, yo te espero aquí, déjame las llaves y aseguraré el auto. —Danilo nos mira frunciendo el ceño, pero Dylan lo ignora y pone las llaves en el auto indicándome como asegurarlo, deja un beso en mis labios y me promete no demorar nada antes de irse con Danilo.

Apenas los veo alejarse pongo todos los seguros y busco mi celular dentro de mi bolso, en cuanto lo tengo en la mano reviso los mensajes y me encuentro con uno de Maitén, en donde me cuenta que hoy mismo pasará la noche en el departamento, le respondo lo feliz que eso me hace y le pregunto sobre el día en que hará la mudanza oficial; realmente me alegra que ella haya decidido quedarse en mi departamento ya que en donde estaba viviendo le estaban haciendo la vida un infierno. Escucho como la puerta del conductor se abre lentamente y una sonrisa se posa en mi rostro.copy right hot novel pub