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(COMPLETA) Descubriendo El Placer

Capítulo 96

Dos días avanzan más rápido de lo que esperaba, entre la compañía de mi familia, mis amigos, las pequeñas conversaciones con los padres de Sophie y el movimiento de las enfermeras y doctores por el pasillo, el tiempo se me va rápido y cuando menos me lo espero nuestra tercera mañana en el hospital llega; Benjamín decide llevarse a su esposa para darle algo de comer y yo me quedo bebiendo café con Matías; cuando ellos regresan mi hermano me lleva casi a rastras hasta la cafetería y me obliga a comer algo. Para cuando regresamos nos encontramos con Cloe y Miguel sentados al lado de los padres de Sophie, los saludamos y nos sentamos a su lado para empezar a esperar la llegada de alguna noticia.

Cuando ya es casi medio día y la sala de espera está prácticamente llena con las personas que han estado al pendiente de todo, la doctora hace su aparición por las ya famosas puertas restringidas y nos pone al tanto de la condición de Sophie; según lo que nos dice, ha estado evolucionando muy bien en estas pocas horas y su pulmón no ha presentado ningún problema, ni complicación, todos nos quedamos bastante tranquilos con sus noticias y puedo ver el brillo en los ojos de Benjamín y Amelia cuando la doctora nos dice que es hora de permitir las visitas; en cuanto ambos se marchan con ella yo me quedo esperando recostado contra la pared, Matías no tarda en posicionarse a mi lado para hablarme y sé que intenta distraerme para que la espera no se me haga eterna.

Después de unos largos minutos, vuelven a la sala de espera, su semblante es un poco mejor, al parecer haber podido estar cerca de Sophie los ha dejado bastante tranquilos; antes de que cualquiera pueda hablar Amelia me toma de la mano y me susurra que es mi turno, yo dejo un beso en su mano y recibo un apretón en el hombro por parte de Benjamín; tan pronto me alejo con la doctora escucho como los demás empiezan a preguntarles como vieron a Sophie en su corta visita.

Un gran nudo de ansiedad se posa en mi estómago mientras camino en silencio al lado de la doctora y crece aún más cuando dos enfermeras empiezan a prepararme para poder entrar en la habitación, apenas estoy cubierto de pies a cabeza con el traje azul que me han brindado las enfermeras, estás me guían hasta la habitación, en cuanto la puerta se abre el sonido de las máquinas funcionando alrededor de Sophie invade mis oídos, me olvido por completo de las enfermeras y empiezo a caminar hasta la gran cama en donde está; cuando estoy por fin a su lado ni siquiera sé qué hacer, en realidad me da miedo tocarla y causarle daño, así que después de unos segundos de debate, lo primero que atino a hacer es acariciar su cabello suave y delicadamente.

Su rostro tiene algunos moretones y en sus manos hay pequeñas heridas, seguramente causadas por las esquirlas de los vidrios de los que estaba rodeada cuando la encontramos, me acerco tímidamente a su lado y hago a un lado el tapabocas que llevo puesto para poder dejar un fugaz beso en su frente, luego tomo una de sus manos lentamente entre las mías y entrelazo mis dedos con los suyos, su mano está un poco fría y eso me hace mirarla con atención, aún sin poder creerme que estemos pasando por esta situación.

—Hey. —Le digo en un tono bajito. —Te extraño, pequeña mía, no veo la hora de poder disfrutar nuevamente de tus hermosos ojos y de tus suaves labios, te voy a esperar todo lo que sea necesario, Te amo cielo. —Pongo el tapabocas de nuevo en su lugar y me quedo absorto mirando el subir y bajar de su pecho cubierto por un vendaje; luego empiezo a reparar todas las máquinas que la rodean.

Cuando las enfermeras llegan por mí para pedirme que abandone la habitación, una sensación de tristeza se apodera de mí, realmente no quiero separarme de Sophie, pero sé que si pongo resistencia y armó alguna pelea con las amables enfermeras lo más probable es que me tomen por loco y me prohíban la entrada al hospital, por lo que salgo de la habitación lentamente, no sin antes dejar un pequeño beso en la frente de Sophie y otro en su mano. Después de deshacerme de todo lo que me pusieron las enfermeras, les agradezco y salgo al encuentro de la doctora, está me guía de nuevo a la sala de espera, en el camino me cuenta que ya es posible dejarle un acompañante por la noche a Sophie y como lo he sospechado Amelia será la encargada de quedarse a partir de esta noche.

Cuando regreso a la sala de espera la doctora aprovecha para comunicarnos a todos que hoy por la tarde Sophie será cambiada a una habitación en otra ala del hospital y que allí podremos ubicarnos en una sala de espera más cercana a la habitación, también se encarga de darle algunas recomendaciones a Amelia para su primera noche al cuidado de Sophie, debo decir que todos nos quedamos al pendiente de sus consejos para tenerlos en cuenta en el momento también estemos a solas cuidándola.

La noche se llega bastante rápido, las personas han ido y venido por el hospital, los padres de Sophie se marcharon hace un buen rato, Benjamín estaba empeñado en que su esposa descansara antes de quedarse por la noche con Sophie. Los chicos del gimnasio se marcharon también, pero prometieron quedarse al pendiente de cualquier cosa, Matías también ha estado yendo y viniendo, sé que tiene bastante trabajo en la estación, pero también sé que no quiere dejarme solo, cosa que realmente agradezco. Lisa llegó hace una hora y ha estado todo el tiempo conmigo, sabe que me encuentro bastante ansioso, pues ya la doctora pasó para avisarnos que trasladarían a Sophie a la nueva habitación.

Esta vez al final de la noche cuando Amelia se marcha para instalarse en la habitación con Sophie, Benjamín me convence para que nos marchemos del hospital, yo termino cediendo, pues el cansancio acumulado en mi cuerpo empieza a pasarme cuenta de cobro y siento que en cualquier momento podría caer dormido, apenas llegamos a mi departamento Benjamín me hace comer algo y cuando lo dejo satisfecho al devorar lo que me pone en frente, me manda a la cama, yo le hago caso y al final termino quedándome dormido en cuanto mi cabeza toca la almohada que conserva el olor de mi Sophie.

Por la mañana me despierto y me doy una rápida ducha, cuando salgo de mi habitación Benjamín me está esperando en la cocina con una taza café en su mano y otra en la barra dispuesta para mí; bebemos el café juntos y me cuenta que Amelia le dejo varios mensajes en la noche contándole que todo estaba bien, a paso tranquilo salimos de mi edificio y nos dirigimos al hospital.

En cuanto llegamos nos quedamos un poco extrañados al encontrarnos a Amelia sentada en una de las sillas que hay afuera de la habitación, una gran sonrisa adorna su rostro y se remueve inquieta hasta que nos ve, antes de que podamos interrogarla por estar fuera de la habitación ella nos deja sin palabras al pronunciar una frase que hemos estado ansiado escuchar hace muchas horas.

— ¡Ha despertado! —Dice ella con emoción y yo siento que el alma me vuelve el cuerpo al saber que Sophie está de vuelta con nosotros.copy right hot novel pub

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