Apenas terminamos de recorrer los alrededores nos sentamos juntos en la cocina para tomar algo y luego de un buen rato recibo un mensaje de mi madre diciendo que están llegando a la hacienda, Dylan se ríe bastante cuando ve que me pongo como loca y yo solo me dedico a fulminarlo con la mirada.

Salimos lentamente al patio principal y podemos ver como la gran reja de la entrada se abre automáticamente al reconocer el auto de mi padre, al parecer él se ha encargado de modernizar un poco el sistema de seguridad de la hacienda.

Espero pacientemente al lado de Dylan hasta que el auto de mi padre se estaciona a unos metros de nosotros, el primero en bajar es él; luego ayuda a bajar a mi madre quien sale cargando una pequeña mochila en su hombro; cuando mi padre abre la puerta trasera lo primero que logro ver es una mata de pelo castaño con destellos rubios, Dylan aprieta suavemente mi mano cuando siente que contengo la respiración, mi padre toma a Marcos de la mano y empieza a guiarlo por el camino hasta la casa, es entonces que lo puedo ver del todo.

Una tímida sonrisa se posa en sus labios mientras que mis padres le señalan varias cosas que hay a nuestro alrededor; tiene una cara redondita y sus cachetes están sonrojados, asiente a varias cosas que le dice mi padre y solo es hasta que mi madre le dice algo que sonríe realmente, entonces puedo ver que le falta un dientecito y eso me hace sonreír.

Mis padres caminan lentamente hasta nosotros dándole la oportunidad a él de reparar todo a su alrededor y cuando llegan por fin hasta nosotros Marcos nos observa en silencio, yo suelto lentamente la mano de Dylan y luego me agacho hasta quedar a su altura, dejando que sus enormes ojos color avellana me recorran con curiosidad.

—Hola. —Susurro haciendo que él se sonroje un poco. —Soy Sophie, tu hermana. —Él mira a mi padre interrogativamente y cuando él acaricia su cabello y le da un suave asentimiento me mira de nuevo.

—Hola. —Me responde con una hermosa y melodiosa voz que me llena de emoción. —Yo soy Marcos... Marcos Brooks. —A mi madre se le escapa una risita y él me mira con timidez de nuevo; entonces sin poder evitarlo lo atraigo a mí y lo rodeo en un abrazo, al principio duda un poco, pero luego corresponde el abrazo con sus pequeñas manitos.

—Serás muy feliz con nosotros, ya lo verás pequeñín. —Él asiente levemente y luego me abraza con más fuerza haciéndome sonreír.

Luego de nuestra emotiva presentación mi padre guía a Marcos hasta Dylan para presentárselo y él pequeñín lo mira con asombro, Dylan le sonríe cálidamente y él se queda mirándolo en silencio; después de unos segundos dirige su mirada hasta mi padre y habla en voz alta para todos.copy right hot novel pub