Modo oscuro
Idioma arrow_icon

(COMPLETA) Descubriendo El Placer

Capítulo 121

Me encuentro cargando a la pequeña Lila y riéndome por la cara de espanto y sobreprotección que tiene Danilo en la cara cuando vemos que Cloe entra hablando animadamente con Ruth y Adam, ellos lucen bastante enamorados como siempre y algo bronceados ya que hace poco llegaron de su luna de miel, la cual habían tenido que posponer por asuntos familiares, hace unos meses ya que todos fuimos testigos de su unión matrimonial y debo decir que con los votos llenos de amor y devoción que recitó Adam a más de una se nos aguaron los ojos. En cuanto están lo suficientemente cerca nos saludan a todos y nos cuentan cómo les fue en su luna de miel.

Un rato después los padres de Cloe llegan con mis padres por lo que deposito a la pequeña Lila con sumo cuidado en los brazos de su madre para luego ponerme de pie y apresurarme a saludarlos con un largo abrazo y muchos besos, ellos me acogen inmediatamente y me llenan de mimos y de palabras tiernas; me quedo unos minutos a su lado hablando sobre mi trabajo y como están yendo las cosas hasta que el rebelde cabello castaño de Marcos llama mi atención, él entra riéndose con Gregorio el hermano de Cloe y en cuanto me ve corre a abrazarme efusivamente durante unos largos segundos, justo ahora mi Marquitos es todo un adolescente de doce años que se ha estirado y me gana en altura, así como Gregorio el hermano de Cloe que se acerca y me saluda con un beso y un abrazo.

Nos quedamos hablando unos minutos hasta que Cloe nos avisa que Miguel y Dylan han llegado con el pequeño Alex, todo nos acomodamos para recibir al cumpleañero y darle una sorpresa, ya que hasta donde el pequeño cree solo estaremos algunos familiares para cantarle el cumpleaños, no tiene ni idea de que sus amiguitos están aquí ni que hemos planeado una fiesta para él con su tema favorito en todo el mundo; nos quedamos en silencio mientras Cloe camina hacia el interior de la casa para recibirlos, en el momento en que ella vuelve a aparecer y nos hace una seña todos gritamos sorpresa y tiramos confeti sorprendiendo por completo al pequeño Alex que viene agarrado de la mano de su padre.

Su rostro refleja la emoción que tiene y está más que claro que no tiene ni idea de que hacer, así que Cloe lo insta a que nos salude a todos y él corre encantado a hacerlo, debo esperar unos largos minutos hasta que él recorre todo el patio saludando a los invitados y a su familia, sé que quiere dejar de ultimo nuestro saludo ya que siempre nos gusta quedarnos un largo rato juntos. En cuanto termina de saludarlos a todos y me localiza con su mirada, corre tan rápido como sus pequeñas piernas se lo permiten y se lanza a abrazarme con emoción, yo no pierdo el tiempo para llenarlo de besos y arrumacos haciendo que él se ría.

—Te he extrañado muchísimo cariño. —Le digo sentándome con él en mi regazo.

—Y yo a ti tita Sophie, pero mami dice que en etas vacaciones iremos a pasar contigo y el tito ilan. —Una enorme sonrisa se posa en mi rostro al escuchar que aún no puede pronunciar bien el nombre de Dylan.

—Bueno, tu mami dice la verdad y si te portas bien iremos a la casa en la playa y nos quedaremos unos días allí. Le digo acariciando su cabello, viendo a la perfección como sus ojitos brillan con emoción.

— ¿En serio? ¡Siiiiiiiii! —Grita con emoción haciéndome reír y abrazarlo contra mi pecho.

—Cariño por más que me encantaría, tenerte para mi sola, creo que tus amiguitos te esperan para ir jugar. —Le digo dejando un beso en su frente antes de bajarlo de mi regazo, a pesar del puchero que hace.

—Ta ben, pero promete por la arrita que ñañana vendrás a nadar conmigo. —Me dice mirándome sus con enormes ojos verdes idénticos a los de Miguel.

—Está bien. —Le digo intentando no reírme por su gesto serio. —Te prometo solemnemente por la garrita que mañana seré solo para ti. —Extiendo mi dedo meñique hacia el suyo y los entrelazamos haciendo nuestra promesa de la garrita; luego lo abrazo contra mi pecho y me impregno de su olor a loción de bebé, definitivamente Alex es toda una bolita de ternura que te enamora al instante. En cuanto lo veo irse con sus amiguitos me pongo de pie y me encamino hacia mis padres, pero me topo con una alta y maciza pared de músculos que me impide el paso.

—¡Ay! —Digo retrocediendo por el golpe.

—Lo siento señora Castillo; pero me fue inevitable no abordarla. —Me responde una ronca voz que no ha dejado de provocarme escalofríos, ni de excitarme en estos años.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio