Después de haber recogido todo lo que usamos en nuestro picnic caminamos de vuelta al auto; al parecer él sabía que nos quedaríamos hasta que oscureciera pues ha traído una gran linterna para mostrarme el camino de regreso. Cuando estoy a punto de subir al auto me detiene y a pesar de mis protestas me sienta en el capó del coche y se acomoda entre mis piernas.
—Bien, quiero que seas sincera y me digas cómo te pareció nuestra cita —Me dice mientras siento que pone sus manos en mi cintura.
—La verdad me encantó, todo fue muy lindo y especial, en serio —Soy completamente sincera, pues es lo que me hizo sentir con esta cita tan especial que preparó.
—No sabes lo que me alegra, no quería ser demasiado cliché llevándote a cenar a un restaurante de la ciudad o algo así —Mientras me dice esto se va acercando lentamente a mí y creo que va a besarme, pero en vez de hacerlo se queda a centímetros de mi rostro mirándome fijamente. —Esta vez quiero que seas tú quien inicie el beso Sophie; vamos, quiero este beso, pero si no haces nada no va a suceder.
¡Dios! Maldito manipulador; no puedo creer que me esté haciendo esto, y, es que en serio quiero ese beso. Miro fijamente sus labios, luego sus ojos y veo sus pupilas dilatadas; me digo a mí misma que puedo hacer esto, además es por una buena causa, así que decido seguir mis impulsos.
Alzo lentamente la mano y la pongo en su cuello rozando su cabello con mis dedos, él se queda con la mirada clavada en mis labios cuando paso mi lengua por ellos y yo aprovecho para acercar mis labios a los suyos para fundirlos lentamente. Siento que sus grandes manos aprietan mi cintura y me acercan más a él profundizando nuestro beso cuando nuestros pechos chocan; termino enredando mis dos manos en su cuello y jugando con su cabello, él toma delicadamente mi mejilla mientras que su lengua invade mi boca y busca jugar con la mía. Nunca me han gustado demasiado los besos con lengua, pero creo que es porque los chicos que lo habían intentado no sabían hacer lo que Dylan, y es que en cada roce de nuestras lenguas siento una descarga eléctrica por todo el cuerpo, que al parecer él también siente pues me aprieta más contra su pecho.
Todo es demasiado intenso, son tantas las sensaciones que provoca en mí que creo que moriré de un infarto en cualquier momento, esto es demasiado y esta vez soy yo quien intenta detener lentamente el beso; él parece notarlo pues también empieza a detenerse hasta que solo nos damos pequeños besos para al final solo dejar que nuestros labios se rocen. Siento su pecho subir y bajar rápidamente y apoyo mi cabeza en el hueco entre su hombro y su cuello.
—Maldición, cada vez se siente mejor —Me dice con voz ronca y baja mientras que noto como respira agitadamente; yo solo asiento con la cabeza pues nuevamente me ha dejado sin palabras con su intensidad, combinada con esa ternura y delicadeza con la que me trata. Se me escapa un suspiro cuando siento que deja un beso en mi coronilla y me abraza tiernamente, por lo que correspondo su abrazo.
—Sé que prometí ir despacio, pero cada vez que veo tus labios quiero besarte; lo siento si voy muy rápido y si te he hecho sentir incomoda —Me dice con un tono de disculpa.
—No pasa nada, yo también quería esos besos y no es que me hayas obligado, ni mucho menos. Además, nuestra cita ha sido perfecta para mí y no cambiaría nada de lo que ha pasado en ella —Le digo y siento que me sonrojo al recordar con la intensidad y pasión que me ha dado cada beso.
Después de sentir que suelta el aire que estaba reteniendo, me ayuda a bajar del capó del coche, y antes de ayudarme a subir al auto me roba un pequeño beso más que solo consiste en un inocente roce de labios.copy right hot novel pub