Me estiro lo más que puedo deshaciéndome del poco sueño que aún me invade, abro los ojos lentamente y entonces me doy cuenta de que estoy sola en la gran cama y no veo señales de Dylan por ninguna parte, me siento restregando mis ojos y veo que son las nueve de la mañana en el reloj que tiene Dylan en su mesita de noche, entonces reparo que tiene una foto de nosotros dos en su cumpleaños, al parecer, él siempre termina con alguna foto que le proporciona Cloe.

Pienso que debo hablar con mi mejor amiga para pedirle las fotos que tenga de nosotros, ya que al parecer ella tiene más fotos que yo y eso que es mi relación de la que hablamos. Me bajo de la cama y me adentro en el baño para hacer mis necesidades, cuando me miro en el espejo para arreglar mi cabello la respiración se me atasca en la garganta, ahora entiendo por qué Dylan me aplico la crema anoche y porque me dijo que debía esperar a hoy para decidir si no había sido nada.

Mi barbilla tiene algunas marcas de color oscuro y lo mismo sucede con mi brazo, lo que ayer solo eran pequeñas marcas rosadas hoy son moretones, intento tocarme pero retiro mi mano en cuanto una pequeña punzada de dolor me recorre, pensé que no era nada grave, pero estaba bastante equivocada, el hecho de que mi piel tenga esos moretones quiere decir que Lucas Zapata realmente me agarro con fuerza; suspiro con pesar y me organizo lo mejor que puedo intentando ignorar el desastre que soy. Cuando salgo de la habitación logro escuchar voces en la sala y me detengo en seco caminando lentamente de la manera más silenciosa que puedo. Cuando llego al final del pasillo logro ver a Dylan hablando con un muy enojado Miguel que camina como un león enjaulado por toda la sala.

—Hijo de puta, le cortaré las putas bolas y luego se las hare tragar, como se ha atrevido a tocarla, lo mataré, juro que lo mataré. —Me estremezco cuando escucho su voz de una manera fría y siniestra que jamás he escuchado, dentro de mi campo de visión aparece Cloe con una bandeja en sus manos, mira a Miguel con reproche y dejando la bandeja en una mesita se acerca a él y abraza su cintura, entonces pienso que de seguro Dylan los llamo y les conto todo.

—Debes tranquilizarte cariño, no ganas nada con ponerte así, intentaremos solucionar todo para que Sophie no tenga que verlo más, pero cálmate no quieres asustarla cuando te vea, ¿O sí? —Miguel niega suavemente y toma una profunda respiración mirando a Dylan.

—Cloe tiene razón, debemos pensar con cabeza fría, llamare a un amigo y él nos ayudara con todo, por ahora no debemos alterar a Sophie, creo que ya ha tenido suficiente. —Dice Dylan con una voz calmada.

—Lo siento, me descontrole. —Se disculpa Miguel con un gesto de vergüenza en su rostro, Cloe niega suavemente y luego plasma una sonrisa en su rostro.

—Ahora iré a despertarla y le llevare un rico desayuno. —Dice caminando hasta la bandeja con su habitual bamboleo de caderas, cuando empieza a caminar hacia el pasillo me quedo congelada, antes de que pueda huir ella me descubre y se detiene un momento. —Ustedes esperen aquí haciendo cosas de hombres y todo eso, volveré en un rato con nuestra florecilla. —Empiezo a caminar a paso rápido hacia la habitación y escucho el sonido de los tacones de Cloe detrás de mí.

Me apresuro a entrar a la habitación y espero a que ella haga lo mismo para cerrar la puerta detrás de nosotras, deja la bandeja con un delicioso desayuno encima de la cama y se voltea a verme con un gesto de preocupación en su rostro.

—¿Cómo estás, florecilla?, ¿cómo te sientes? —Habla con delicadeza y se acerca a mí revisándome con la mirada, cuando ve los moretones frunce el ceño ligeramente y antes de que pueda hablar me abraza con fuerza. Dejo que me abrace por un buen rato mientras que me da palabras de ánimo, no le digo que no las necesito porque temo hacerla sentir mal, lo cierto es que estar con Dylan me tranquilizo por completo, pero no está de más sentir el apoyo de mi amiga.

—Estoy bien, te lo aseguro, Dylan estuvo conmigo y me ayudó mucho.copy right hot novel pub