Me quedo mirando su mano extendida hacia mí y la tomo con cuidado, él me sonríe amablemente y creo que me va a dar un infarto cuando reparo que su boca se ladea más en una esquina, justo como le sucede a Dylan, empiezo a sentir que el aire en la habitación no es suficiente y retiro mi mano rápidamente poniéndome de pie, él me mira extrañado.

—Yo… emm, tengo que… tengo que irme, gracias.

—¿De qué?, ni siquiera hemos hablado sobre lo que necesita señorita. —Me mira con el ceño fruncido y luego un gesto de entendimiento se posa en su rostro. —Ya entiendo, de seguro usted estaba buscando al antiguo comisario, lo siento, no lo pensé, soy nuevo aquí hace más o menos un mes, pero intentaré ayudarle en lo que sea que necesite.

Sus palabras me dejan sorprendida, por un momento me asusté creyendo que sabía quién era yo cuando dijo que lo entendía, él no debe saber que Dylan está en la misma ciudad, sino ya lo habría encontrado, teniendo en cuenta su trabajo. Tomo mi bolso con cuidado y empiezo a retroceder hasta la puerta.

—No se preocupe, yo… Igual no era nada importante. —Camino rápidamente hasta la puerta y en cuanto salgo escucho su voz llamándome, pero no me detengo, tengo que salir de aquí lo más rápido posible.

Me despido rápidamente de la chica que me llevo hasta la oficina hace un rato y prácticamente corro hasta la salida, cuando diviso a Dylan subiendo las escalas para entrar lo tomo del brazo y lo jalo para el lado contrario.

—¿Qué pasa? —Detiene mi intento de escapar quedando de espaldas a la puerta del recinto.

—Tenemos que irnos, tenemos que irnos ya. —Intento tirar de él en dirección al auto pero él se resiste mirándome con una mezcla de preocupación y confusión en su rostro, estoy por darle una excusa tonta para irnos cuando una ronca voz me interrumpe.

—Señorita, espere por favor.

Dylan se tensa por completo y lo miro con una expresión de horror en mi rostro, Matías se detiene detrás de nosotros y en el momento en que Dylan se voltea logro ver como su rostro palidece por completo. Me quedo al lado de Dylan tomando su mano y mirando en la dirección de ambos como así estuviera en un partido de tenis, ninguno dice nada mientras se reparan mutuamente con la mirada, me parece que pasa una infinidad de tiempo antes de que cualquiera de los dos haga algo, el primero en reaccionar es Matías, lleva las manos a si rostro y lo frota con desesperación, cierra fuertemente los ojos y luego vuelve a mirar a Dylan, como si no creyera lo que ve.

Dylan aprieta mi mano un poco fuerte y luego la suelta lentamente, puedo ver como traga con dificultad, abre la boca varias veces, pero no logra decir nada. Matías da un paso hacia él y yo me quedo a la expectativa de que hagan o digan algo, creo que la tensión del ambiente me va a asfixiar.

—"D" —Susurra Matías acercándose poco a poco a Dylan, me hago a un lado lentamente viendo como Matías toma el rostro de Dylan entre sus manos y lo mira detenidamente, se miran fijamente durante unos segundos y luego se funden en un fuerte y desesperado abrazo, entonces se me escapa una lágrima rebelde.

Escucho como ambos susurran cosas en su abrazo, luego logro comprender que se piden perdón mutuamente, la escena es demasiado conmovedora y más aún cuando logro escuchar los sollozos de Matías.

—Te fuiste "D", me dejaste, no sabes lo mucho que te extrañé estos años, eres un idiota. —Sus palabras son amortiguadas por el cuerpo del Dylan, él solo se dedica a abrazarlo con fuerza y a acariciar su cabello.

—Lo siento, lo siento mucho Mat, lo siento. —Justo ahora soy un completo mar de lágrimas, es una escena demasiado conmovedora, Matías es del mismo porte de Dylan; por lo que es otro gigante más y verlo rompiéndose por completo es algo demasiado conmovedor y tierno.

Se quedan por un rato abrazados y cuando Dylan le susurra algo a Matías él asiente en medio de su abrazo, se separan unos segundos después y logro ver como ambos limpian sus lágrimas de la misma forma haciéndome reír, si los reparo bien son bastante parecidos en algunos gestos, ambos son de la misma altura y su complexión atlética es bastante similar, lo único que los diferencia son algunos rasgos faciales, pero sus ojos, esos sí que son iguales.

Cuando ambos se recomponen Dylan se acerca a mí y abraza mi cintura mirando a Matías, este nos hace un gesto y camina de nuevo hasta el interior del recinto, Dylan le da un suave apretón a mi cintura y sé que quiere que caminemos detrás de su hermano, lo hacemos en silencio y recorremos el mismo camino por el que me llevo la chica de la recepción hace un rato, cuando llegamos a la oficina Matías nos espera afuera y en cuanto entramos cierra la puerta dejando todo en silencio sepulcral.

—Por favor tomen asiento.copy right hot novel pub