POV Dylan

Me remuevo un poco sintiendo el calor corporal de Sophie contra mí, un molesto sonido se escucha por el departamento por lo que me separo un poco de ella despejando mi mente del sueño, entonces me doy cuenta de que el molesto sonido es el timbre del citófono que resuena desde la cocina en el silencio de todo el departamento; me separo lentamente de Sophie y la acomodo cubriéndola con el edredón de la cama, después de haberle hecho el amor apasionada y salvajemente contras la pared del baño ambos quedamos exhaustos y nos quedamos dormidos.

Tomo una camisa de mi armario y mientras camino hasta la cocina la deslizo por mi cuerpo cubriéndome, tomo el citófono de la pared y ahogo un bostezo mientras contesto.

—Jeremy. —Saludo al conserje que sé está de turno hoy.

—Señor Castillo, aquí hay un hombre que lo busca, dice que se llama Matías Castillo. —El sueño abandona por completo mi cuerpo, le doy indicaciones a Jeremy de dejar pasar a mi hermano y me dirijo a la puerta, la abro y me recuesto contra el marco esperando a que Matías salga del ascensor.

Los segundos se me hacen eternos, por lo que cuando él aparece en mi campo de visión doy un pequeño suspiro de alivio, creí que mi mente me estaba jugando una broma, creo que aún no salgo del shock que me causo verlo de nuevo, saber que estaba justo en la misma ciudad, que podríamos habernos encontrado en la calle en cualquier momento me causo algo de pánico pues no sé cómo hubiera reaccionado, pero agradezco al cielo que justo lo haya visto de nuevo estando con mi pequeña, estando solo no sé qué hubiera hecho, camina a paso lento e inseguro hasta donde estoy y cuando llega hasta mí se recuesta al otro lado del marco, nos quedamos en silencio, mirándonos fijamente por un buen rato hasta que decido romper el silencio.

—Hey. —Digo bajito haciendo que a él se le escape una sonrisa.

—Hola. —Me responde casi en un susurro, el silencio se instala entre nosotros hasta que a él se le escapa una corta risa. —Lo siento, simplemente no pude evitar venir apenas salí del trabajo. —Le sonrío abiertamente.

—No hay problema, en realidad me alegra que hayas venido. —Me separo del marco de la puerta y le hago una señal para que entre en mi departamento, él lo hace lentamente observando con atención cada detalle como si quisiera estudiar bien el lugar en el que vivo.

—Vaya, es un bonito lugar. —Camina hasta uno de los grandes ventanales del fondo de la estancia y admira la vista de la ciudad. —Siempre te gustó admirar todo lo que más podías desde las alturas, recuerdo cuando te subías al tejado de la casa y te quedabas horas admirando lo que más podías de la ciudad.copy right hot novel pub