La semana pasa rápido, Cloe aun no me permite regresar a la editorial por lo que trabajo desde el despacho que tiene Dylan en su departamento; vivir con él me gusta mucho, ya hemos establecido una especie de rutina; por la mañana desayunamos juntos antes de que se vaya para la emisora y por la tarde él viene hasta el departamento para no dejarme almorzar sola, luego vuelve a irse dejando mis labios inflamados con sus apasionados besos de despedida y por la noche cocinamos juntos, aunque también me ha invitado a un restaurante que hay cerca del edificio; todo va bien, pero me aburro demasiado estando encerrada.

Sé que lo que sucedió con Lucas estuvo feo, pero no me puedo quedar encerrada para siempre y ese precisamente ha sido el motivo de nuestra primera discusión, pues cuando le comenté a Dylan mi idea de regresar antes de tiempo a la editorial enloqueció prohibiéndome terminantemente dejar el departamento si estaba sola, todo se nos salió de las manos y terminamos gritándonos de una fea manera, pero un minuto después ambos estábamos volviendo a los brazos del otro disculpándonos por nuestras malas palabras, la pelea más larga de la historia debo decir.

Después de eso decidimos sentarnos a hablar con calma para tomar una decisión juntos, yo terminé cediendo al hecho de tomar completa la semana que me ofreció Cloe, además de evitar salir sola y él prometió intentar ser menos paranoico con mi seguridad, pero no descuidarla por completo. Sé que no siempre vamos a estar de acuerdo en algunas cosas, pero ya hemos acordado intentar hablar siempre de las cosas en vez de empezar a gritarnos como un par de locos, la reconciliación por nuestra pequeña e insignificante discusión fue en la tina del baño en medio de un baño de espuma, Dylan sin saberlo termino por convertir uno de mis pervertidos sueños en realidad. Puede que nunca falte uno que otro bache en nuestro camino, pero mi gigante tierno y yo estamos dispuestos a sobrepasarlos todos juntos.

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El viernes por la noche Cloe y Miguel se presentan en nuestra puerta con planes para que cenemos juntos, ambos han estado pendientes de mí y de todo lo que pueda necesitar, algo por lo que les agradezco mucho; pedimos algo de comer a un restaurante cercano, luego Dylan y yo nos ocupamos de organizar un poco la sala para que nos acomodemos allí; me alegra decir que ahora Dylan y Miguel se llevan muy bien, después de todo este tiempo han logrado entrar en confianza y hablan animadamente mientras que Cloe y yo comentamos cosas sobre la editorial.

Cuando terminamos de cenar, nos quedamos conversando un poco más y Dylan se anima a contarles a nuestros amigos sobre su reencuentro con su hermano Matías, al parecer Miguel ya sabía un poco sobre la historia pues le hace varias preguntas con respecto a su hermano, Cloe por el contrario solo escucha atentamente la conversación de los chicos y estoy más que segura de que más adelante intentará sacarme alguna información sobre el tema a mí.

Al final de la noche tal y como lo veía venir, mi loca amiga intenta hacerme un interrogatorio sobre el hermano de Dylan y sobre como llevo el hecho de vivir aquí, mientras lavamos los platos; me quedo un buen rato en silencio, pensando en que podría decirle, pero Miguel me salva entreteniéndola con sus besos y aunque es un poco incómodo presenciar sus muestras de cariño, agradezco el hecho de que me la haya quitado de encima.

Cuando terminamos en la cocina nos ubicamos en el balcón y hablamos otro poco, afortunadamente dejo cuadrado con Cloe el tema de mi reincorporación a la editorial desde el próximo lunes, Miguel y Dylan se muestran en total desacuerdo, pero Cloe me ayuda a convencerlos de que estaré bien y de que seremos cuidadosas con mi seguridad. Al final de la noche nuestros amigos se marchan con la promesa de avisarnos en cuanto lleguen a sus casas.

En el momento en que nos quedamos solos, Dylan me toma en sus brazos y me lleva hasta el cuarto haciéndome reír, allí nos alistamos para dormir y luego nos acurrucamos juntos en su gran cama, hablamos por un buen rato, pasando por diversos temas de conversación: Hablamos de mis padres y su próximo regreso a la ciudad, sobre el éxito que está teniendo su libro "Placeres Oscuros", pues según Cloe sería bueno programarle a Dylan una firma de libros próximamente.

Él realmente está siendo aceptado por los lectores, al igual que Valentina con su libro sobre la anorexia; también hablamos sobre nuestra relación y hacemos algunos planes a futuro, no nos vamos demasiado lejos, preferimos pensar en algunos meses adelante, pues no queremos acelerar las cosas y me rio bastante cuando me da la autorización de decorar el departamento como crea que sea mejor, ya que según él al lugar le hace falta el toque femenino, al final termino cediendo a su petición y planeamos ir juntos a comprar lo necesario para decorar el departamento.

No se lo digo en voz alta, pero el hecho de que me brinde la libertad de poder decorar el departamento, me hace muy feliz, pues con ese pequeño gesto me está demostrando que tengo cabida en su vida, además sé que quiere que me sienta cómoda en el lugar, me lo ha demostrado con pequeños gestos, como el hecho de que me abrió un gran campo en su closet y me dejo acomodar mis cosas en el tocador del baño; aunque uno de los gestos más lindos que tuvo fue cuando me abrió un espacio en el despacho que tiene en el departamento , hasta me consiguió una cómoda silla para que me sentará a su lado cuando ambos tuviéramos que trabajar allí, definitivamente cada día estoy más enamorada de él y su hermosa forma de ser.

El sábado Dylan debe levantarse temprano para ir a la emisora hasta el mediodía, así que a pesar de sus protestas le prometo esperarlo para que almorcemos juntos; me quedo toda la mañana desde que él se marcha haciendo aseo general, a pesar de que apenas llevamos una semana viviendo juntos, me he acostumbrado muy bien a su departamento; aun no le he dicho a mis padres que me estoy quedando con él, no quiero que mi madre enloquezca y empiece a planear nuestra boda, mientras que a mi padre podría darle un ataque de pánico; sé que a Dylan le molesta que se los oculte, pero él respeta mi decisión a pesar de todo y me apoya.

En cuanto termino de hacer aseo, me acomodo en el despacho y me sumerjo por completo en el trabajo; al principio Cloe no quería enviarme ningún proyecto, pero cuando la amenace con renunciar acepto de mala manera, no sin antes dejarme claro que era una manipuladora sin corazón; al principio me sentí un poco mal, pero en el momento en que ella empezó a enviarme trabajo de nuevo, mi remordimiento se esfumó. Me concentro en la corrección de una historia lo que resta de la mañana y solo me detengo cuando unos suaves toques en la puerta me interrumpen; levanto la vista y me encuentro con la mirada azul de Dylan.

—Hola. —Lo saludo en un tono bajito poniéndome de pie.

—Hey… no quería interrumpirte, te veías muy bella toda concentrada en tu trabajo. —Se acerca lentamente a mí y en cuanto estamos cerca funde nuestros labios en un apasionado beso, acaricio su pecho, subiendo hasta sus hombros y luego juego con su cabello, él me aprieta contra su cuerpo y me toma de la cintura para dejarme sentada sobre el escritorio.

—¿Cómo te fue? —Le pregunto en un suspiro cuando terminamos nuestro beso.

—Estuvo bien, hoy no tuve que hacer mucho; no veía la hora de verte y tenerte entre mis brazos. —Esconde su rostro en mi cuello y empieza a mordisquearlo haciéndome estremecer, quisiera decirle que me haga suya aquí mismo, pero justo ahora estoy en mis días, así que no podemos dejarnos llevar.

—Mejor vamos a la cocina y nos preparé algo de almorzar. —Se separa de mí refunfuñando como un niño pequeño, luego me ayuda a bajar del escritorio.copy right hot novel pub