Bajo a mi despacho porque si la sigo mirando y mirando se va me a olvidar todo. Hago varias llamadas y una de ellas es con Anna.
--Hola Dyland-me responde por el teléfono.
--Hola-le contestó enseguida.
--Ya estamos camino al aeropuerto-informa emocionada.
--Qué le vaya bien-respondo con una sonrisa.
--¿Y Laura sospechó algo?-me pregunta.
--Creo que no-susurre verificando que no haya nadie alrededor.
--Bueno, adiós-expuso.
Cuelgo el teléfono, estoy contando las horas para irnos a Italia, estoy nervioso y ansioso. No sé cómo va a reaccionar Laura es todo un caos en mi cabeza. Subo a mi habitación y me encuentro con que Laura no está ahí, la busco en el baño y tampoco. Me siento en la cama a esperarla.
Abren la puerta y es Laura con una bata de baño, el cabello mojado y la miro de arriba abajo.
--¿Qué pasó?-le pregunto aun mirándola.
--Me estaba duchando-anunció con una sonrisa.
--Ah…-es lo único que digo.
--Tengo un pequeño problema-declaró dándome una leve mirada.
--¿Cuál?-pregunté confundido.
--Se me olvidó guardar la ropa interior-reveló.
--¿Estás desnuda debajo de eso?-pregunté con los ojos abiertos de par en par.
--Si…-respondió en un susurro.
--¿Estás desnuda? ¿Sin nada abajo?-le vuelvo a preguntar bastante alterado.
--Exactamente-murmura sonriente.
--Laura, yo soy un caballero pero dos días no puedo aguantar-confieso pasando mis dedos por mi cabello.
--Tengo la solución-expresó con una sonrisa.
--Dime-respondo rápido.
--Quiero que cierres los ojitos-señaló juguetona.
--¿Para qué?-le pregunté confundido y mirándola de arriba hacia abajo.
--Es una sorpresa-indicó emocionada.
Hago lo que me pide y cierro mis ojos.
--Quiero que ajustes las manos-expuso con calma.
--Ok…-dije.
Hago lo que me dice y estoy ansioso quiero saber cuál es la sorpresa.
--Un poco más-indicó.
Juntó las manos, cuando abro los ojos Laura Smith me puso las esposas que estaban en la otra habitación.
--Te agarre-declaró en una carcajada.
--Quítamelas-ordenó de inmediato.
--No-responde decidida.
Muevo mis manos para tratar de quitarlas pero es imposible.
--Estás casado-bromeó riéndose.
--Que chistoso, quiero que me las quites-señale como una orden.
--Ya te dije que no-aclaró.
--Cuando te agarre te voy a partir la cadera ya sabes cómo-murmure tratando de acercarme a ella.
--Qué pena, porque quería que me abrazaras-contó con sarcasmo.
--¡Quítamelas!-exclame sin más.copy right hot novel pub