Mi idea funcionó a la perfección Dyland está como loco pero le voy hacer pagar, quiero estar con él, deseo sentirlo más que nada pero no será hoy.
Estoy arriba de él muy sensual con mi top rojo mirando sus ojos con deseo, el igual a mí.
--Laura te lo voy decir una última vez-expuso con su voz ronca por el deseo.
--¿Qué?-pregunté ya sabiendo por donde va la cosa.
--Quítame las esposas y te lo digo en serio-me advirtió serio.
--No quiero-respondo con una sonrisa provocativa.
--¿Cuándo me la piensas quitar?-pregunta besando mis mejilla que baja por mi barbilla.
--Posiblemente mañana, si te portas bien-informe en un susurro.
--No Laura, no me puedes hacer esto-súplica como un niño pequeño.
--Claro que puedo y lo voy hacer-conteste victoriosa.
--No te voy a soltar, entonces-me informa encogiéndose de hombro.
--Ni yo mucho menos-murmura sin más.
--Pues vamos a dormir así-expuso con una sonriente.
--No tengo ningún problema-comente sin importancia.
Él se levanta, rodea mis piernas en su cintura, me acerca a la cama y me deposita lentamente, estamos luchando para quedar bien porque Dyland tiene las esposas y me abraza por la cintura. Estoy con mi trasero en su miembro ¡Qué tortura Dios!-pienso mentalmente.
--Dyland suéltame-exprese ordenando.
--No…-anunció y me acerca más a él.
--Mi amor estoy incómoda-respondí lo más dulce que puedo.
Se levanta un poco, me mira a los ojos y me suelta de su agarre.
--No quiero que te vayas-ordena con voz amenazadora.
--No lo voy hacer-susurre respirando profundo.
Cierro los ojos y me acerco mucho más a él.
--Laura-Escucho que me llama Dyland.
--Si…-dije por lo bajo.
--Ya te solté ¿Por qué no puedes hacer eso conmigo?-pregunta confundido.
--Porque no-respondo de lo más obvio.
El deja de insistir y puedo sentir que ya se durmió porque su respiración es suave, yo hago lo mismo y me quedo dormida.
(…)
Me levanto por los rayos del sol que entran por las ventanas, abro los ojos y Dyland me está mirando fijamente.
--Buenos días-digo en un bostezo.
--Eres hermosa-murmura y puedo ver un brillo en sus ojos.
--¿Cuánto tiempo tienes mirándome?-pregunte sonriente.
--Un buen tiempo-comenta con la misma sonrisa.
--¿Cómo dormiste?-le pregunte.
--Bien ¿Y tú?-me preguntó respirando profundo.
--Fantástico-comente con una media sonrisa.
--¿Será que me puedes quitar las esposas?-vuelve a preguntar.
--No-le anuncio y me levanto de la cama.
--Laura no me puedes dejar todo el día con las esposas, tengo que bañarme, comer, trabajar-expresó levantándose de la cama.
--Hablando de trabajo, tenemos que ir a la empresa-gritó con los ojos abiertos de par en par. ¡El trabajo!
--No vamos a ir-reveló con calma.
--¿Cómo qué no?-pregunto confundida.
--Estos dos días la vamos a pasar aquí-respondió.
--Bueno, está bien-agregue porque no quiero discutir al final tiene las de ganar.
--Voy a ducharme-comunicó.
--Yo igual, pero en el baño de la otra habitación-conteste para que aquí el señor no piense mal.copy right hot novel pub