Cuando llegaron al hotel, las risas no cesaron, aunque la borrachera ya se había esfumado. Dominic no tardó en buscar una toalla para secar un poco su cabello y con un gesto juguetón le lanzó otra toalla a ella. Hacía años no se divertía con algo tan insignificante como caminar bajo la lluvia. Se detuvo a mirar lo bella que se veía empapada y con el cabello desordenado. Sin darse cuenta, su cuerpo se movió involuntariamente hasta llegar a ella y sin darle tiempo a decir nada la beso, apretandola hacia él con fuerza.

La tibieza de su piel y la dulzura de sus labios desataba un primitivo deseo de hacerla suya, más aún, cuando se dio cuenta que Lien no se resistió a aquella reaccion. Con la mirada fija en sus ojos, Dominic se fue deshaciendo de su vestido, bajando lenta y tortuosamente la cremallera que se encontraba detrás del mismo y mientras lo hacía, Lien volvió a tomar posesión de sus labios, disfrutando de acariciar su mejilla bajando por su pecho disfrutando de la solidez de su abdomen.

Verla solo en ropa interior avivó la llama que lo consumía de a poco al estar con ella. Era aún más perfecta de lo que se había imaginado. Se deshizo de su camisa con una gran velocidad y con besos hambrientos la guió a la cama.

Comenzó regando besos ardientes en sus piernas y le quitó los zapatos. Acaricio sus muslos mientras dejaba besos en su abdomen y ascendía seductoramente hasta llegar nuevamente a sus labios.

-Eres tan bella mi amor... No me pidas que me detenga ahora porque no podré. Me tienes totalmente hechizado.- Dijo algo agitado.

-No he dicho que te detengas, ni lo pensé siquiera.- Respondió ella con una sonrisa lo cual animó a Dominic a besarla y acomodarse sobre ella, embistiendo sensualmente haciendo que aquella fricción provocara un deseo salvaje de tenerlo dentro.

Con extrema delicadeza acarició sus pechos, lo volvía loco verlos ocultos bajo la ropa, y tenerlos entre sus manos era mágico. Desabrocho el sostén y se deleito probando y mordiendolos con sutileza.

Los gemidos brotaban de su garganta y ahogaba gritos de placer. Algo que en los últimos meses no sentía con su ex novio. Mantener relaciones sexuales con Leo, era simplemente eso... "Mantenerlas".

Un inmenso dolor en su pecho nació al recordarlo y se sintió tan traidora como el. Aunque ya no tenía nada con Leo, aunque ya no formaba parte de su vida, sentía que era demasiado pronto encontrar placer en los brazos de otro hombre. Se sintió decepcionada de ella misma y eso le quitó el deseo de continuar. El cambio repentino alertó a Dominic y esto lo preocupó.

-Qué sucede mi amor... Hice algo que te molestara?- Preguntó con cautela.

-No Dom... No eres tu, soy yo.copy right hot novel pub