La vuelta a Birmingham fue de lo mas ruidosa, Dominic habría creido que al haber pasado su primer noche juntos, avergonzaría en cierto modo a Lien, pero se sorprendió al verla relajada, sonriente y animada. No llevaba ni una pizca de arrepentimiento, aunque horas atrás había dudado llegar tan lejos. Se permitió pensar que era devota de un duelo por el fin de su antiguo noviazgo, pero realmente se veía radiante esa tarde.

Mientras manejaba, la miraba de reojo y sonreía por su manera de hablar, de sonreír y de cantar. Las ganas de besar sus labios se hacía cada vez más insoportable. Habia sido un viaje algo agotador, pero finalmente habían llegado. Bajaron en la puerta de la casa de Ross, donde Lien se estaba hospedando. Se paró unos segundos en el primer escalón de la entrada y le sostuvo la mirada como esperando que Dom dijera algo, sin embargo no aguanto aquel silencio.

-Gracias por todo... Realmente la pase genial, eres tan... único. Aunque no lo creas sera muy dificil irme y estar quien sabe cuanto tiempo lejos de ti.- Soltó ella con algo de tristeza.

-No tienes nada que agradecerme, soy yo quien debería hacerlo, por aceptarme... Lien, no quiero que te vayas, pero seria egoista de mi parte pedirte que te quedes. Solo quiero que me dejes disfrutar cada segundo a tu lado, porque se que en tres días, volveré a la misma rutina de siempre.copy right hot novel pub