Modo oscuro
Idioma arrow_icon

(COMPLETO) Las crónicas de Aralia (2): Reina

XXIX

Había pasado algunas horas tumbada en la cama sin hacer nada. Supuestamente, era lo mejor para que el antídoto actuara más rápidamente. Alec apareció después tras su entrenamiento de la tarde.

—¿Cómo te encuentras? —me preguntó con una sonrisa.

—Mentalmente exhausta —le devolví la sonrisa—. Supongo que tendrás muchas preguntas que hacerme, pero me gustaría que tú fueses quien respondiera primero.

—De acuerdo. Estás enferma, así que tengo que consentirte, ¿no? —me guiñó un ojo.

—Eso parece —reí—. ¿Qué pasó en mi ausencia?

Alec se aclaró la garganta y se sentó en la cama, a mi lado.

—Axel se volvió loco. Supo enseguida que algo malo te había pasado cuando no te presentaste a la hora acordada —empezó a contar—. Recorrió todo el bosque buscándote y preguntando a los cazadores por ti, pero nadie te había visto. Así que decidió ir a vigilar a los lobos para tratar de averiguar si te tenían ellos. No sé mucho de la historia, pero Axel dijo que ellos no sabían nada de ti. Me imagino que Eiden estaría furioso cuando descubrió que Axel te había perdido. El lobo ha estado buscándote sin descanso desde que te viniste con nosotros.

—¿Y cómo sabía Eiden dónde estaba? ¿Cómo pudo encontrarme?

—Eso no lo sé, pero supongo que Axel sí. Puedes intentar preguntarle a él.

—No tendrá más remedio que contestar mis preguntas —apreté la mandíbula.

—Ahora entiendo todo —sonrió Alec—. Sé quién eres, Nicole. Eiden le echó en cara a Axel el haberte perdido siendo tan importante para nosotros y yo estaba delante. Tú eres la cazadora suprema a la que todos esperaban. ¿Cómo no me di cuenta antes? Por eso estás en la habitación más grande y menos accesible de los refugios de cazadores. Por eso Axel es tu entrenador.

—Ahora empezará a saberlo más gente... Espero que tu trato conmigo sea el mismo después de saber esto. No quiero que cambies ni que seas diferente.

—Seré el mismo de siempre —me prometió—. No puedo creer que Axel te hiciera esto... Se ve que eres importante para él, pero sus formas de demostrarlo son pésimas. No debió jugar con tu mente de esa manera.

—¿Importante para él? —alcé una ceja, incrédula—. No, Alec, no soy importante para Axel, sino para los cazadores en general. Aunque aun no entiendo del todo por qué.

—Créeme, eres importante para Axel —sonrió—. Todos lo sabemos. Y en cuanto a lo otro, cuando te hayas recuperado, yo mismo te mostraré algo que te aclarará las cosas.

Asentí, aunque no estaba de acuerdo con el tema de Axel.

—Creo que ha llegado mi turno de preguntar —comentó—. ¿Qué pasó?

Respiré profundamente y le conté todo al rubio sin omitir ningún detalle, empezando por mi secuestro por parte de los vampiros y siguiendo por mi estadía en la mansión hasta la aparición de Eiden y lo que sucedió después.

—¿Qué habrá visto ese vampiro en ti para obsesionarse tanto? —se preguntó en voz alta cuando terminé.

—No lo sé, pero estaba dispuesto a convertirme y a pasar la eternidad a mi lado —sonreí—. Habría sido algo realmente bonito si no hubiera significado matar mi humanidad, o lo que queda de ella, y si yo hubiera sentido lo mismo por él.

—Sí, habría sido bonito de no haber sido un vampiro —rió.

—Eso no me habría importado. Es su naturaleza y él no tiene la culpa de ser así.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio