El día tan esperado había llegado. El cumpleaños de las gemelas. Todos se preparaban para la enorme fiesta que daría.

-Papá, nos ha preparado la fiesta más grande que haya habido en Norusakistan, después de la mayoría de edad de Nael, eso es obvio.

-Es comprensible Zahiry, padre dice que somos sus princesitas. Creo que le importa muy poco que estemos cumpliendo la mayoría de edad- argumentó Zashirah- siempre seremos sus nenas.

-Eso es perfecto, por mi no hay ningún problema ser una princesa consentida.

-¿Cuándo es que madurarás, Zahiry?- le preguntó ceñuda, su hermana.

-Nunca, no tengo intensiones de madurar y mi papi no me lo exige- argumentó encogiéndose de hombros.

-Sin embargo algún día deberás hacerlo, no puedes ser tan ligera e irresponsable toda la vida.

-Claro, debo ser tan aburrida como tú- la acusó- no, muchas gracias Zashirah, me siento perfectamente bien como estoy. Creo que mi hermana debió ser Isabdella, ella es más divertida que tu.

-Basta de pelear por tonterías, pequeñas. Deben ir a prepararse para su fiesta de cumpleaños o tía Ivette, comenzará a renegar de su mala suerte, sobre todo contigo Zahiry.

-Vamos Nael, madre siempre reniega de mi, asegura que soy igual a mi padre. Lo irónico es que diga cosas así, cuando ha terminado casada con él. ¡Ya quisiera parecerme a papá, sería tan guapa!, además no seas aguafiestas. Somos las cumpleañeras, podemos llegar tarde.- le aseguró.

-¿Llegar tarde a tu propia fiesta de cumpleaños?, eso suena bastante irresponsable.

-¡LLEGAMOS!- escucharon el femenino grito y ambas corrieron felices a recibir a sus primos. Drew y Vanessa, por fin habían llegado a Palacio.

-Pensamos que nunca llegarían- dijo Zashirah, sonriendo.

-Ya saben como es padre, él y sus múltiples ocupaciones en la empresa- dijo Drew.

-Lo importante es que ya están aquí, será la mejor fiesta de cumpleaños que hayamos tenido- dijo Zahiry, mientras aplaudía.

-Hola, Nael- la voz de Vanessa, sonó tímida y temblorosa.

-Hola Vanessa, que bueno tenerles aquí- le sonrió.

-¡POR ALÁ!-gimió Zahiry- no comiences Vanessa, no soporto verte babear por Nael- aquel comentario, le hizo ganar un codazo de su hermana, un risa burlona de Drew, una mirada de reproche de Nael y una amenazante de Vanessa.

Ella sencillamente se encogió de hombros restándole importancia.

Digna hija de su padre.

-¡No digas tonterías!-la chica se ruborizó en gran manera- mejor vayamos a sus habitaciones, hay que prepararlas para su fiesta- la pobre Vanessa estaba roja como un tomate, odiando internamente a su prima, por ser tan descarada.

-Nos vemos luego, chicas- dijo Drew, riendo. Vamos Nael, conversemos un poco.

-Busquemos a Isabdiella. Estará feliz de verte Vane.- La chica asintió, mirando un momento a Nael y ruborizándose de nuevo. ¿cómo ocultar que se sentí tontamente atraída por él?

¡Era tan guapo!

Los chicos habían crecido, cada quien con diferentes personalidades que de cierta forma, reflejaban un poco lo que eran sus padres.

Nael.

Muy sociable, respetuoso, sereno, tranquilo, siempre abocado a las responsabilidades, intentando cada día aprender más de su padre, para poder asumir con dignidad las futuras responsabilidades como Jeque de Norusakistan. Posee un carácter dulce, pero firme, da muestra de su bondad y misericordia hacia el pueblo, pero dejando muy clara sus posiciones que suelen ser firmes e inquebrantables. Nael, sin duda alguna era el orgullo de su padre y el deleite de su madre.copy right hot novel pub