Al día siguiente fue la llegada de Matt, Drew, Suseth y la pequeña Vanessa. Los niños corrían de un lado a otro y llenaban a Nael de regalos y felicitaciones por su cumpleaños, mientras que el pequeño Príncipe, con una linda sonrisa agradecía los detalles.

-¿Cómo andan las cosas en Norusakistan?- le preguntó a sus hermanas.

-Muy bien- dijo Ivette, con una enorme sonrisa.

-Mejor que nunca- aseguró Isabella, hemos entrado en un perfecto periodo de paz, los bárbaros dimitieron casi en su totalidad, nos unificamos como lo que somos; un solo pueblo. Ahora no tienen necesidad de esconderse en el desierto, trabajan honradamente, tienen mujeres sin necesidad de robarlas e hijos legítimos que pueden estar cerca de sus familias. Creo que todo ha surgido bastante bien. Ha sido un proceso lento y doloroso, pero productivo a fin de cuentas.

-Es bueno- dijo Suseth- es agradable saber que todo está perfectamente bien. En Inglaterra, todo marcha en órden, las empresas van muy bien. Por cierto, hemos coincidido con James, en un par de ocasiones.

-Qué bien- dijo Ivette, con una enorme sonrisa- ¿qué fue de su vida?- preguntó con verdadero interés.

-¡Se casó!- dijo contenta- tiene una familia adorable; una linda esposa que se nota a millas de distancia que lo adora y un lindo niño de unos cuatro años, su nombre es Mauricio, es precioso, si lo vieras. Te envió saludos y aseguró que le encantaría que algún día pudiesen recibirles en Palacio, me aseguró que les encantaría conocer a Zashirah y Zahiry, además le hablé tanto de Isabdiella que quedó maravillado.

-Sería bueno invitarles pronto- la voz de Zahir, sorprendió a todos.

-Claro que sí, cariño- Ivette, le dedicó una enorme sonrisa- quizás más pronto de lo pensado.

Ver a sus hijos crecer era la bendición más hermosa de la que pudieran disfrutar, a pesar de haber vivido momentos muy difíciles, y las perdidas que tuvieron que afrontar, al final de la tormenta, siempre llega la paz.

Perder a Zahra, había sido un golpe realmente duro, más que todo para Zabdiel y Hayffa, ya que Zahir siempre supo la clase de mujer que era, y aunque Zabdiel intentó no culparse, la realidad era que la culpa lo consumió por mucho tiempo, saber que no pudo amarla como ella quería, que no pudo corresponder a esos sentimientos que la habían llevado a la locura y finalmente a la muerte, era espantoso, afortunadamente con el amor y la ternura de Isabella, además de sus consejos y apoyo incondicional, pudo superar aquella oscura etapa de su vida.

Descubrir la traición de Aisha, tampoco fue fácil, Zabdiel siempre pensó que ella era una aliada del reino, pero se equivocó.copy right hot novel pub