Llegamos a Alemania por la mañana.
Corrí al ver a Lear esperarnos fuera del aeropuerto, siempre nos manteníamos en contacto a pesar de los años. Cameron lo saludó, amaba verlos juntos; dos de mis bajistas favoritos. Cara a Cara.
¡No podía creerlo!
Lear no tardó en indagarme sobre todo; principalmente, en si enserio pensaba que Biel fuera capaz de esconderme a Stella por tanto tiempo.
Si, sabía que era capaz de eso, y de mucho más. Lear dijo que él no había visto señales de Stella, pero que no se trataba mucho con Biel. A menos que fuera por cuestiones de trabajo, y hacía mucho tiempo que no se cruzaban frente a frente, y mucho menos había tenido la oportunidad de ir a su casa.
Él nos llevó hasta la casa de Simone.
Antes de llegar me preguntó: ¿Qué haría ahora?
Yo le respondí que haría lo primero que se me viniera a la mente.
Nos dejó frente a la casa y dijo que lo llamáramos si lo necesitábamos.
Yo me despedí de él con un fuerte abrazo.
Los extrañaba, tanto a él como a Hackett.
Suspiré al verme en frente de aquella casa, mi corazón latía incontrolablemente.
La encontraría, sabía que si.
Cameron tomó mi mano y sonrió de medio lado como un gesto de apoyo; lo necesitaba, necesitaba ese ánimo.
Él mismo me obligó a llamar a la puerta.
Toqué repetidamente, luego de un minuto, Simone abrió la puerta. Al verme, sus ojos se engrandecieron y empalideció.
No me dejó decirle nada y cerró la puerta en nuestra cara.
Miré a Cameron, ambos sabíamos lo que eso significaba, sin miedo a equivocarnos.
Tomé el llavín de la puerta y lo forcé. Algo había aprendido en mis tres meses en la cárcel.
Cameron me miró sorprendido al ver lo que hacía; pero si mi hija estaba ahí adentro, no me importaba nada.
La puerta se abrió pero un cierre interior de cadena me impidió abrirla en su totalidad.
Cameron visualizó el jardín y tomó un tubo que sostenía unas plantas.
Lo apuntó directo a la cadena; tal y como lo hacía con su bajo en ciertos espectáculos, lo golpeó con toda su fuerza.copy right hot novel pub