Modo oscuro
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Cuando los sueños son más que fantasías

Carta 30:

Por fin se donde esta mi hermana.

¡¿Qué has hecho Casey Cham?!

No sé como describir su relación con mi hermana. Ella lo describe como su protector; eso desde aquella vez que la defendió de Teylor.

Un día me confesó que sentía una extraña atracción por él, pero Anderson era el amor de su vida, su respirar, lo amaba más que su propia alma. Sé que la ha segado el dolor y la indiferencia de Anderson. Sé que de nuevo ha caído en la droga y dudo que el alcohol no haya estado ausente en la situación.

Aun así, no hay excusas. ¡No tenía que haber salido de casa! No en ese estado.

Ahora está desesperada, no sabe como se lo dirá a Anderson. Al parecer no estaba consciente de sus acciones en ese momento y no lo supo hasta que despertó la mañana siguiente.

De nuevo es culpa de Teylor, él fue el que la arrastró a las drogas. Si ella hubiera estado consciente jamás hubiera hecho algo así. ¿O sí?

Ha pasado dos días fuera de casa; hablé con ella y dijo que este lunes volvería.

Aquella noticia llenó a Anderson de felicidad. Tengo plasmada en mi cabeza la enorme sonrisa que me demostró esta mañana cuando pasó a dejarme a los niños antes de ir al trabajo. Solo quería que ella llamara para ir a buscarla, donde sea que estuviera en ese momento.

Cada media hora me enviaba mensajes preguntándome si ya me había enterado de donde estaba para ir a recogerla. Me sentí atacada por todos los mensajes cuando Cameron empezó a secundarlo, preguntándome qué era lo que estaba hablando tanto con Anderson. Me enterneció su primera demostración de celos hacia mí.

¡Lo amaba más que a nada en este mundo! Después de mi hija.

Kaimy llamó para decirme donde estaba, pero yo no la dejé decírmelo. Quería que llamara a Anderson y le dijera por ella misma donde estaba. Él no cabría de felicidad al escuchar la voz de la mujer que tanto ama después de tan desesperante situación.

Ella accedió y antes de colgar me dijo: “No creo poder mirarlo a la cara”.

Sentía tanta pena por ella. Es mi hermana y siento sus angustias como mías; más realista de lo que cualquiera pudiera experimentar. Es como si fuéramos una sola persona, con los mismos sentimientos y los mismos pensamientos en el preciso mismo instante.

Cuando vivíamos con los Kantor era algo curioso; el primer mes fue como si los cuatro viviéramos en el mismo cerebro. Yo me parecía más a Teylor, mientras que Kaimy se parecía más a Biel. Hasta que todo se volvió una pesadilla:

¿Cómo habíamos llegado de amarnos tanto a casi matarnos entre nosotros?

Aun no lo entiendo.

Tantos, golpes, gritos y engaños aun me duelen.copy right hot novel pub

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