Declan solo sintió que las venas de su frente estaban a punto de explotar. Todo lo que decía la mujer era lo que quería que admitiera, pero cuando de verdad le escuchó decirlo, no se alegraba nada.

—¡Basta! —dijo Declan—. Tampoco es imposible que te ayude.

Elizabeth iba a colgar, pero se detuvo por estas palabras.

—¿Qué quieres decir? —preguntó.

—Si me complaces, quizá con el buen humor te ayudo a lidiar el asunto —Su tono era de frivolidad y maldad. Dicho eso, se quedó en silencio, esperando la respuesta de Elizabeth.

Si fuera hacía siete años, Elizabeth probablemente se sintiera capaz de convencer a Declan, pero ahora habían pasado siete años. Y no sabía lo que había pasado en estos siete años.

Pero los resultados eran obvios… Declan se había convertido en la persona que menos comprendía de este mundo.

No sabría lo que Declan diría o lo que quería que hiciera, por lo que no podía pensar en una contramedida.

—¿Y en concreto a qué te refieres? —dijo Elizabeth.

Declan arqueó las cejas y dijo:

—Te ayudaré a rescatarla solo si a partir de ahora obedeces a todo lo que te diga, sea lo que sea.

—¿Por qué me tomas? —Elizabeth sonrió desolada y dijo.

Declan guardó silencio.

Por un momento, no pudo responder a esta pregunta. «¿Por qué la tomo? ¿Una enemiga? ¿La persona que más odio? Esto es lo que he pensado todos los días en los últimos siete años. He estado anhelando encontrarla de inmediato, para que sufra de esas noches sin poder dormir de ninguna manera y esos días en los que la añoranza me atrapaba en un infierno y me torturaba. Pero cuando realmente me enfrento a esta pregunta, inconscientemente la evito. Sé que no quiero responder ni pensar en la posible respuesta de esta pregunta, porque la respuesta está ensangrentada de todo ese pasado doloroso».

—¿Tú qué crees? —Él dijo.

—Una insignificante, ¿verdad? Tal vez alguien que te ha hecho daño, pero ahora todo eso forma parte del pasado, ¿no? Tienes a una novia nueva y yo también tengo una nueva identidad. ¿Por qué no dejas pasar esas cosas de poco peso? ¿Tan contento te hace verme sufrir? Declan, ¿estás contento?

—Por supuesto que estoy contento —respondió Declan sin vacilar, mirando fijamente a cierto punto del vacío. Las venas azules aún palpitaban.

«Cosas de poco peso… Entonces, para ella, ¿nuestro pasado es algo de poco peso?».copy right hot novel pub