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CUÁNTO TIEMPO

Capítulo 46: El castigo es doble

—Ah, ¿sí? Ahora tengo tiempo, ¿quieres que te lo cuente? —preguntó palabra por palabra—. Pero antes quiero saber por qué me apuntas a mí.

—Yo no te he apuntado, Elizabeth. Lo que me hiciste hace siete años mucho es más cruel que esto. En ese entonces no te lo hice pagar. Ahora, quiero que pases por todo lo que pasé.

—Entonces… ¿puedo llamar a esto como venganza? —La voz de Elizabeth de repente se volvió un poco más baja.

No entendía por qué Declan estaba tan obsesionado con lo de hacía siete años. ¿Acaso el daño que sufrió de verdad era tan fuerte?

«Si de verdad me ha amado tanto y ha dolido tan profundamente con mi partida, ¿por qué puede salir con otra mujer ahora? No estoy ciega. Todo el afecto que se daban no eran escenas ficticias, sino reales. Cada vez que Declan se preocupaba por Aurora, sentía como si un cuchillo afilado me estuviera atravesando el corazón».

Tenía que admitir que estaba celosa, y tenía que admitir que no podía entender por qué podía comenzar a salir con otra mujer si de verdad la amaba tanto.

Pero en cuanto Declan mencionaba este tema, Elizabeth sentía que estaba perdida, porque ella era quien había metido la pata desde un principio.

Los dos guardaron silencio durante mucho tiempo.

Elizabeth se fue calmando gradualmente.

Ahora no le quedaban más opciones. Si Declan realmente intervenía, en el momento en que había decidido intervenir, ella había perdido todas las posibilidades de ganar. Solo podía dejar que Mónica se quedara unos días allí. Romeo también era poderoso, pero no valdría la pena que usara el poder de su familia para este asunto. Era consciente de que no tenía derecho para pedir que Romeo hiciera eso por ella, ni tampoco podía hacer eso.

Así que, solo podía soportar la humillación que le esperaba.

—¿Qué es lo que quieres? Suéltalo de una vez. ¿Qué quieres que haga? —Después de que Elizabeth se calmó, respiró hondo y dijo.

Declan se burló:

—Dije que si ahora me vienes a suplicar, el castigo es doble.

—Lo sé —dijo Elizabeth.

—Bien. —Declan pareció sentirse mucho mejor de un momento para otro, y dijo tranquilamente—: De momento no se me ocurre ningún castigo, pero… habrá una fiesta en unos días. Justo me falta una acompañante. Tú me acompañarás.

—No tienes a…

—Acaba de sufrir un aborto espontáneo. No puedo dejar que vaya a un lugar donde le brindarán muchas copas, ¿no crees? —La voz de Declan era atractiva, luego soltó una risa.

Esa risa puso a Elizabeth con los pelos de punta.

Era un demonio… En una frase, explicó su intención de ir a la fiesta con Elizabeth, y al mismo tiempo, mostró su afecto hacia su prometida.copy right hot novel pub

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