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CUÁNTO TIEMPO

Capítulo 10: Empapado

Después de que Elizabeth hojeó algunos documentos, sacó una con letras rojas,

—Aquí están los indicadores de ganancias que el Grupo Gloria ha tenido en las cooperaciones que ha hecho en otros proyectos durante los últimos años, puedes usarlos como referencia.

—¡Gracias, abogada Elizabeth!

El joven abogado tomó el archivo y se inclinó levemente ante Elizabeth antes de irse.

La puerta se cerró suavemente y solo quedaron dos personas, estas estaban allí respetuosamente delante del escritorio.

Elizabeth dejó escapar un suspiro, ojeó a ambas y bajó la cabeza para seguir mirando el archivo que tenía en mano. De vez en cuando, el bolígrafo dejaba alguna nota en las hojas. Conforme avanzaba con la lectura, sus hermosas cejas se fruncieron cada vez más.

—Aparentemente este contrato no tiene ningún problema, pero si se mira con detalle, se puede notar muchos errores, tal como las cifras, la tasa de impuestos y los daños liquidados. Las letras tienen algo raro, es posible que se haya hecho modificaciones —dijo en un tono afirmativo.

—Abogada Elizabeth, ¿usted también cree que es muy probable que este documento sea falsificado? —preguntó en voz alta una mujer delgada con cabello largo.

Elizabeth cerró el documento y asintió con la cabeza,

—No descarto esta posibilidad. Verificaré la autenticidad de este documento nuevamente. Pero, en el proceso tiene que pasar por la junta directiva, eso quiere decir que antes que nada tienes que conseguir la firma y la aprobación de los jefes.

—¿La firma? Elizabeth, sabes que el señor Declan ha estado ausente en la empresa últimamente, no sé en dónde puedo encontrarlo.

La voz de Victoria Molina se volvió más baja mientras hablaba, miró al otro abogado que estaba a su lado con expresión de estar en un dilema, para finalmente mirar a Elizabeth en petición de ayuda.

No se había dado cuenta de que cuando mencionó al “señor Declan”, los dedos de Elizabeth que estaban sujetando el ratón, temblaron por un segundo.

—Eso, le he preguntado varias veces a Marina, pero me dijo que tampoco sabe el paradero del señor Declan.

El abogado Silvio Galán también comentó al respecto.

—¡Cof, cof! Esto… —interrumpió la conversación entre los dos tosiendo, Elizabeth retiró los dedos del ratón y puso la mano en su frente.

Cuando se calmó, abrió el cajón, sacó una carpeta y la puso sobre la mesa.copy right hot novel pub

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