Desde algún momento, el hombre alto y robusto se acercó a ella. Le apretó la barbilla con las palmas calientes, obligándola a levantar su carita, así se encontraría con su mirada gélida.

—¿Eso es lo que quieres decir?

—No es así.

Ella reprimió fuertemente los nervios que sentía e intentó retroceder, pero el brazo del hombre no le dejaba moverse.

—¿No pensabas que el mundo giraba a tu alrededor? Cuando querías casarte, tenía que casarme contigo. Cuando querías divorciarte, tenía que dejarte ir. Todo el mundo tiene que hacer las cosas a tu gusto… ¿Qué soy para ti?, ¿un juguete que te pertenece?,¿te hace feliz?

—No he… —La voz de Elizabeth apenas era audible.

—¿No? —Los delgados labios del hombre se fruncieron mirandola con frialdad.

La cálida palma de Declan tocó su cuello, bajó lentamente, pasando por sus hombros y llegando hasta su clavícula.

Aunque su palma era caliente, Elizabeth solo sentía frío, y no pudo evitar suplicarle,

—Declan, deja de hacerlo.

«Hace nada me estaba llamando señor Declan, ¿ahora me llama por mi nombre? ¡¿No puede seguir más tu actuación?!».

La atmósfera de la habitación se tensó con el ritmo de los dedos de Declan. La expresión del hombre estaba cada vez peor, parecía que en cualquier momento podía perder los estribos.

La respiración de Elizabeth se volvió cautelosa, tratando de ignorar el aura que emanaba el hombre.copy right hot novel pub