–¡Dios santo! ¡Aurore estás completamente roja! –Se acercó a ella queriendo ayudarla.

–¡No! ¡No me…–Tosió con dolor apoyando la espalda en la parte baja del sofá escondiendo su rostro entre las rodillas–. toques!

–No te voy a hacer daño…Aurore, soy Ámbar. Necesitas regular la respiración, inhala y expulsalo por la boca. Mírame, amiga. Sube la cabeza para ayudarte.

Elevó el rostro sofocada haciendo con dificultad lo que decía, el aire entraba con mucha dificultad a sus pulmones, sentía que alguien la estaba axficciando.

–Eso es…bien, lo estás haciendo perfectamente. –Corrió hacia la cocina a por un vaso de agua y regresó tan veloz como pudo–. Ten, bébelo despacio.

Aurore tomó el vaso con las manos temblorosas.

–Me asustaste tanto. Casi me da un ataque de nervios viéndote así, llevaba minutos intentando levantarte de esa pesadilla y nada que reaccionabas. Sólo gritabas que te dolía y no querías, nombraste a tu madre también. Lo peor es que parecías ahogarte…

Dió varios sorbos, ese sabor no abandonaba su boca aún bebiendo agua.

–Gracias…–Su voz sonaba débil.

–¿Por qué no querías que te tocase? ¿Pensaste que sería capaz de hacerte daño?

–No…Yo…–Resopló afligida con ganas de llorar.

–Oye…–Acarició su mejilla–. Aurore, te ves muy mal, me preocupa verte así. Pienso que lo mejor sería ir al médico, no es normal que una pesadilla te produzca todo esto. Además creo que lo sucedido hoy te ha producido ese sueño.

–No…no hace falta, ya estoy bien. Necesito sólo un tiempo.

Miró detenidamente a su amiga.

–Aurore, te noto extraña. ¿Por qué estás tan asustada?

–Ámbar…

–Dime, ¿qué sucede?

–Fue tan real…

–Lo sé, lo estabas pasando horrible. Estuve a punto de llamar a la ambulancia porque no despertabas, convulsionabas por la falta de aire.

–No me entiendes. –Cubrió su rostro con las manos suspirando varios segundos para verla de nuevo–. Parecía ser de verdad.

–¿Qué quieres decir? ¿La pesadilla es real?

–No lo sé…Pero fue espantoso, Ámbar. Te juro que fue horroroso.

–¿Qué pasaba en el sueño?

–Yo era una niña, y mi mamá se veía tan joven… Pero estaba asustada por unas personas que hablaban con ella, luego yo no soportaba el dolor de estómago y se enojó conmigo por interrumpirla...

–Aurore, respira. Estás mezclando todo y no logro entenderte, tómate el tiempo que necesites.

Respiró hondo y le contó lentamente cómo sucedieron las cosas.

–No, amiga. Que sueño más desagradable, pero es normal después de saber todo lo que descubriste hoy. Representas la traición de tu madre en una pesadilla.

–¿Tú crees que será eso?

–Claro que sí, sino de qué otra forma sería posible. Eso jamás sucedió para ser real.

–Tienes razón...

–¿Estás segura que no quieres ir al médico? Te veo mejor, pero tu rostro sigue muy rojo. Además, lo que sucedió hoy te afectó demasiado sentimentalmente, puede que si hablas con un profesional te sientas mejor.

–No, de verdad estoy bien. Bueno, quiero decir en lo que cabe. No puedo olvidar las plabaras de mi mamá, siguen en mi cabeza.

–Sí, fue muy dura en el hospital.

–No, no me refiero a eso.copy right hot novel pub