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Destino Inevitable

LXXVI. Vivo.

Se escuchó claramente cómo se cerraba la puerta del aseo con prisa, Aurore miró con miedo a Alessandro por el hecho de estar encerrados junto a él y aquella persona que entró antes de Jake.

–¡Mierda, mierda, mierda! –Los gritos de Jake se escuchaban cada vez más fuertes y con desespero.

–Para de insultarte y gritar como un loco.

La voz de una mujer hizo que Aurore frunciera el ceño, conocía esa voz pero no sabía de dónde. Elevó la mirada hacia Alessandro y pudo ver cómo se tensaba su mandíbula, estaba enojado y de eso no le cabía la menor duda.

–¡¿Y qué hago?! ¡Todo el maldito plan salió mal!

–¡Cállate y para de llorar cómo estúpido! ¡Déjame pensar!

–¡Cómo puedes estar tan tranquila, Carina!

¿Carina? ¿La tía de Alessandro? Ahora entendía por qué Alessandro estaba así. Pero, ¿qué tienen que ver estos dos juntos?

–No es estar tranquila, es intentar mantener la calma. –Se oyó un ruido extraño, parecía un golpe en la pared–. Se nos ha ido de las manos esto, está bien. Pero hay que intentar remediarlo, encontrar la forma de callarla.

–¿Remediarlo? ¡Hay dos policías metidos en esa habitación y seguramente esa idiota les estará contando todo lo que sucedió! Debimos eliminarla también junto a esa maniática. ¡De esa forma nos hubiéramos ahorrado este caos!

–Pues que lo haga, no nos encontrarán.

–No seas ilusa, Carina. En el cuerpo de Rose están nuestras huellas. Antes de matarla, tú forcejeaste con ella. Y no tuvimos tiempo de limpiar las evidencias por culpa de esa loca que llamó a la policía, y no ha dicho ni una sóla palabra sobre Aurore. No soltó nada, apesar de los golpes. ¡Pareciera una maldita tumba! –Gritó fuera de sí.

–¡Baja la voz, Jake!

–Si por mi fuera terminaría con ella en este mismo instante cuando salgan esos policías de allí.

–No es conveniente, intentamos entrar esperando todo este tiempo pero nada que salen ni lo harán. Vigilarán la zona durante todo el día seguramente y no tenemos tanto tiempo.

–¿Y qué se supone que hagamos? ¡Nos encontramos atados de manos y pies!

–No, vida mía. Puede que de manos, pero los pies están bien sueltos para terminar con todo esto. Si el primer plan salió mal, acudiremos al segundo.

–¿Qué quieres decir?

–Es obvio, no utilizaremos a nadie para llegar a ella, iremos directamente.

–No te entiendo, Carina.

–Esto no le gustará al patrón. Perfecto, cada día está más desesperado y ansioso por encontrar a su hija, hasta el punto de desquiciarse. Mi sobrino no la deja sóla en ningún momento, y eso complica el plan. Aún diciéndole a esa ingenua quién fue el culpable de la muerte de su padre no se fue, seguramente él no se lo permitió y ahora la tiene más protegida que nunca.

–Hay que sacarla de ese lugar en el que la tiene, estando allí no podremos hacer nada. ¡Y a este paso no avanzaremos un reverendo comino!

–No, Jake. –Se escuchó la risa llena de malicia de Carina–. No creas que ese lugar está tan protegido, mañana es el día en el que Alessandro le da el día libre a sus empleados.

–¿Harás lo mismo que la última vez cuando dejaste a su mano derecha pasar?

–Exacto, hay un atajo en el muro que protege la fachada a varios minutos de la mansión. Iremos personalmente a por ella, y al fin se la llevaremos al patrón.

–¿Cuándo?

–Esta misma noche, al fin zanjaremos este problema.

–No creo que sea así de fácil, Carina. –La desesperación vibró en el tono de Jake–. Alessandro Ferrari no nos dejará las cosas tan fáciles, siempre tiene un as bajo la manga. El infierno que me hizo vivir en ese almacén durante un mes me lo ha comprobado con mi propia sangre. No se puede jugar con ese hombre, y mucho menos con lo que es suyo.

–Deja el miedo a un maldito lado, un cobarde es lo menos que necesito ahora mismo.

–¿Y qué hay con Rose? Cuando terminen las investigaciones sabrán que hemos sido nosotros.

–Nos iremos a otro lugar, otro país. Con la cuantiosa cantidad que nos dará ese hombre por su hija podremos viajar por el mundo sin que esos mediocres nos encuentren.

–¿Y él? Puede que la autoridad no nos encuentre, pero ese diablo lo hará aunque estemos debajo de las piedras.

–No lo hará, porque terminará con él. Recuerda que no sólo quiere a su hija de vuelta, sino la cabeza de su archienemigo por todo lo que le hizo.copy right hot novel pub

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