Capítulo 509
Violeta se quedó sin palabras.
Era tal y como había sospechado, jsi no fuera astuto, no seria Rafael!
Miró a Nono agarrando la caja de regalo con una sonrisa radiante, tan feliz como un muñeco de la suerte. La última vez que llamó a Lamberto “abuelito” y recibió una gran caja de regalo, como a esconderla bajo la cama en su habitación, así que no era de extrañar que cooperara tan dócilmente.
Violeta sacudió la cabeza entre nsas y lágrimas, y no pudo evitar pellizcar la nariz del pequeño. ¡Tan apegado a los regalos siendo tan joven, qué iban a hacer!
Al regresar a la villa, se sorprendió al ver que el auto de Rafael que había salido por la mañana también estaba
estacionado en el patio.
Violeta tomó de la mano a su hijo y entraron a la villa. En la sala, Rafael ya se había quitado la chaqueta y la corbata, quedándose solo con su camisa, con las piernas cruzadas en el sofá, chequeando las noticias en su iPad.
Al oir los pasos, levantó lentamente la mirada de sus ojos profundos.
Violeta, sorprendida, se acercó a él. “Rafael, ¿cómo regresaste tan temprano hoy?”
“Cancelaron una reunión por la tarde, y como no había mucho trabajo, decidi volver más temprano”, le respondió Rafael con pereza, dejando el iPad a un lado y desviando la mirada de ella hacia su hijo que agarraba la caja de regalo.
La cancelación de la reunión era solo una excusa. No podía admitir que había regresado temprano a casa porque estaba preocupado y quería saber cómo les habia ido. Ahora, al ver la caja de regalo, ya sabía que todo había salido
bien.
Nono no la siguió a la sala, sino que soltó su mano y corrió escaleras arriba.
No hacia falta pensar demasiado para saber que seguramente iba a esconder su regalo en su habitación otra vez.
Violeta se sentó junto a él y le dijo con un tono juguetón, “¡Eres increible!”
Rafael arqueó una ceja, aceptando el cumplido con placer.
Recordó cómo la había acompañado a ver una obra de teatro y, sin hacer mucho ruido, había dejado fuera de juego a Lucio. Ahora, había neutralizado la amenaza de Luis con la misma facilidad…
Claro, Lucio era un hombre integro y caballeroso que insistia en competir de manera justa, queriendo ganar su amor con sinceridad. Pero como el corazón de ella no estaba con él, solo podia acabarse lastimado, sin representar una gran amenaza para Rafael, solo un poco de celos para condimentar la vida de vez en cuando.
Y al pensar en Bianca y Silvia, sus primas, Violeta no pudo evitar fruncir el ceño.
Los rivales de amor de él no eran como los de ella, y no sabía si eso era bueno o malo!
Violeta le informo, “Mi abuelo dijo que quiere que lleve a Nono de nuevo mañana.copy right hot novel pub