Capítulo 556
Era una tarde nostálgica cuando Faustina, hablando sobre los eventos de aquellos años, resumía todo con unas pocas palabras. Su rostro revelaba sutiles cambios de expresión que, pensándolo bien ahora, eran producto de la culpa.
Violeta no podia entender cómo, después de descubrir que no era hija de Francisco, su madre había podido guardar con tanto amor aquella novela traducida al alemán durante tantos años y nunca olvidó a su verdadero padre, Lamberto. Siempre se preguntaba por qué, si todavía pensaba en él, por qué había decidido romper con él y casarse con otro hombre?, ¡Qué enredo tan complicado había detrás de todo esto!
La verdad, al ser revelada, dejó a todos conmociones y desconciertos.
La anciana cara de Luis muestra incredulidad persistente al sacudir la cabeza dijo: “Faustina, ¿cómo pudiste ser tan confusa? Y Melisa, si realmente te casaste con Lamberto usando estos métodos. definitivamente no mereces ese lugar en la familia”.
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Melisa, al escuchar a Faustina hablar, palideció en un instante.
Y cuando las palabras acusadoras de Luis llegaron a sus oídos, tembló visiblemente, cayendo desplomada al suelo sin que Bianca, intentando ayudarla, pudiera hacer algo por evitarlo.
Los secretos salieron a la luz de golpe, llenando los ojos de Melisa de terror.
En la sala, el más afectado era sin duda Lamberto. Bajo la luz cristalina de la lámpara, sus ojos se abren de par en par, como los de alguien al borde de la muerte, con una agonía silenciosa reflejada en su rostro.
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Volvían a su mente imágenes de una joven de rostro fresco y bello, el amargo amor en el aeropuerto de despedida, los juramentos de amor en una pequeña iglesia. Recordaba cómo se escondían en el segundo piso de la iglesia para observar una boda abajo, cómo sostenía fuertemente la mano de Nelina, compartiendo sus sentimientos más profundos.
Lamberto: “Nelina, estaré lejos por mucho tiempo”.
“Te esperaré”.
“Puede que sea mucho tiempo, quizás tres años, incluso cinco. ¿No temes que mi corazón cambie?”.
Nelina con su dulce voz respondía, “Lamber, no tengo miedo”.
La joven sujetaba su mano suavemente, sus ojos brillaban como estrellas, destellando su determinación y coraje.
El pecho de Lamberto se llenaba con la luz de esos ojos, y en un impulso, besaba su frente, prometiendo: “Cuando regrese de Alemania, Nelina, hablaré con mi familia de nosotros. Te haré mi esposa, y estaremos juntos para siempre, ¡tendremos tantos hijos como un equipo de fútbol!”.
La joven bajaba la mirada, la luz del sol filtrándose por las ventanas puntiagudas de la iglesia iluminaba su rostro sonrojado.
Lamberto levantaba la vista hacia el candelabro, buscando esa luz estelar que una vez llenó su corazón, pero ahora solo encontraba los fragmentos de un sueño amoroso pasado.
Recordaba las noches estudiando alemán en la biblioteca, las despedidas difíciles en el aeropuerto y los paseos de manos entrelazadas por las calles de Berlín.
La frustración y el remordimiento no eran suficientes para describir lo que sentía. Una sensación indescriptible se extendía por su corazón, con una expresión de profunda tristeza. Si solo hubiera sido más firme y no hubiera aceptado la separación, podría haber conocido el dolor oculto en su corazón.copy right hot novel pub