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El corazón de Señor Peréz

Capítulo 342: ¿Debe ser ella?

Bita estaba extremadamente feliz esta noche.

¡Ese "señor" fue lo suficientemente cuidadoso como para no tener ningún defecto frente a la familia López!

Aunque hasta ahora no conocía la identidad del "señor" que lo controlaba todo en secreto.

Pero mientras este hombre pudiera ayudarla contra la familia López, sin importar quién fuera, ¡sería su gran salvador!

¡Ahora ya fue la nieta de Vicente López de la familia López!

Toda la noche Bita esperó en el salón del Pabellón de Río.

No podía decirle a Senda la noticia por el momento, pero estaba a punto de dejar la Ciudad Norte para la Ciudad L.

Antes de eso, debería tener más contacto íntimo con Senda.

De lo contrario, estar ausente por un período de tiempo definitivamente la haría sentir muy intranquila.

Porque la perra Mauren incluso se atrevió a aparecer frente a Senda.

En las primeras horas de la mañana, Senda regresó con un aura fría.

Cuando el auto se detuvo frente al salón, Bita, que estaba bien vestida, casi se quedó dormida en el sofá.

Después de escuchar el motor, inmediatamente se puso de pie y se acercó rápidamente.

Senda, que se bajó del auto, parecía distante e indiferente.

Fue más inabordable que antes y tenía más tentaciones mortales que antes.

De pie en la puerta, Bita lo miró ebria inconscientemente.

No fue hasta que Senda llegó al frente que de repente recuperó la consciencia y le saludó, -Senda, ¿has vuelto?-

-Sí.- Senda respondió suavemente, sus ojos la recorrieron y luego se alejaron.

Bita estaba un poco desanimada, ya que para esperarlo, se puso un vestido con gran cuello en V esta noche.

A principios del invierno, estar en la puerta la hacía temblar de frío.

Pero para él, ella incluso estaba dispuesta a no usar ropa.

Pero todavía no le importaba mucho ella.

Después de que Senda entró por la puerta, Bita lo acompañó arriba.

-Senda, mañana voy a la Ciudad L.- Bita caminó detrás de Senda. Esta vez, finalmente tuvo el coraje de seguirlo para entrar en la habitación.

Senda frunció el ceño ligeramente de manera invisible. No le gustaba que otros irrumpieran en su espacio privado.

-Vale.- él asintió de nuevo, aparentemente indiferente a que ella fuera a la Ciudad L.

Bita se sintió agraviada, pero los agravios nunca habían podido estimular a Senda.

-Puede que no esté aquí por mucho tiempo.copy right hot novel pub

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