Después del trabajo, Vinay se enteró de que Mauren había aparecido en la familia Pérez.
Pensó que era imposible, pero después de la averiguación, las asistentas lo dijeron que era verdad que Mauren había regresado.
Pero, debido a que ella estaba en el Pabellón de Río, no pudo encontrar una razón para ir a verla.
No esperaba encontrarla allí al pasear por el patio trasero.
-El viento es tan grande, mírate, ¡te resfriarás!-
Vinay caminó detrás de ella, se quitó el abrigo y a ella se lo puso.
Su abrigo todavía tenía su temperatura, que a ella le calentó y disipó mucho el frío.
Sintiéndose cálida, Mauren de repente se dio cuenta de que hacía mucho frío.
Ella vio al hombre sentándose a su lado.
Era el hombre, que la había torturado por Bita.
Ahora, no pensaba que la considerara como una amiga.
¡El futuro, era difícil de predecir!
-¿Está pensando en la abuela otra vez?- Vinay le miró fijamente el rostro, que estaba endurecido por el viento frío.
Mauren asintió con la cabeza, ordenó el abrigo y siguió en silencio.
-¿Has cenado?- La vio así, pensando que acaso ella pasó un día sentada aquí.
Cuando la vio hacía un momento, ella parecía congelada.
Incluso el pelo estaba manchado con unas hojas muertas.
Mauren sacudió la cabeza, miró hacia arriba, y encontró que todas las farolas del patio trasero habían sido encendidas.
No se dio cuenta de que estaba sentada toda la tarde, ¡qué inconsciente!
-Hay algo encima de la cabeza.- Vinay alargó la mano y quitó las hojas muertas del cabello.
Se sentaron juntos. Debido a que los dos estaban un poco más cerca, se vieron desde lejos como si estuvieran abrazando.
Mauren sintió que esta postura parecía un poco demasiado cerca.
Ella dijo, -Tengo algo más que hacer, pues me voy.-
Aunque en ese momento Vinay había cambiado mucho, cuya aura había cambiando totalmente.
De hecho, a ella no le molestó mucho como antes.
Incluso entonces él tenía una sensación de ser un hombre hermoso y noble.
Pero después de todo, él era el hijo de la familia Pérez. Mauren no quería tener demasiado contacto con los hombres de la familia Pérez.
Se puso de pie, sin esperar sufrir de dolor y entumecimiento de dos piernas al levantarse.
Antes de que pudiera mantenerse, se iba a caer.
Se cayó en los brazos de Vinay.
Vinay mantuvo el hombro de Mauren. Debería echarle una mano y punto, pero finalmente, Vinay no quería repelerla.
-¡Lo siento!- Mauren puso las manos sobre sus hombros, parándose en sus brazos por un buen tiempo, pero no logró aguantarse firme.copy right hot novel pub