Senda siguió comiendo, ignorando las palabras de Mauren.
Mauren se mordió el labio, y de comienzo a fin no quería rendirse.
-Senda, ha dicho que la abuela era la persona más respetada, ¿en serio no quieres saber…?-
-Parece que ya estás llena.-
El hombre finalmente abrió la boca, pero la mirada no fijó en ella de principio a fin.
A Mauren le dolía el corazón, de repente, se sentía triste por dentro.
En la familia Pérez, no podía confiar en nadie.
Victor no iba a permitir recavar el lago de nuevo.
Senda, ¡era su única esperanza!
-Señor Senda, la muerte de la abuela no está clara, ¡tienes el deber darle la justicia!-
Senda dejó los palillos, con la cara un poco desagrada, -Cuando se produjo el accidente, en la escena, ¿no estaba allí sola?-
Mauren se puso pasmada, ¿qué quería decir con eso?
¿Todavía no le creía hasta ese momento? ¿Y le parecía que este asunto tenía relación con ella?
-¡No soy yo!- Apretó el mantel bordado, con las yemas de dedos temblando ligeramente, -Si no lo crees, deja que la gente recave ese lago...-
-Ya que has terminado, sube a ducharte y espérame.
-Senda...-
-Llévala subir.- Las palabras de Senda se trataron de una orden absoluto allí.
Para no hacerlo más enojado, Hedi inmediatamente dejó los palillos, y caminó frente a Mauren.
-Bueno, señorita, por favor subes las escaleras.-
Mauren vio fijamente a los ojos de Senda sin oleadas.
Ella todavía no quería rendirse. ¿Él realmente no quería saber lo que había pasado?
¿O simplemente creía que ella lo hizo?
-Senda...-
-¡Bueno, señorita, te llevaré arriba!-
Hedi acentuó las palabras, y tenía miedo de que Senda se enojara si ella siguió asediarlo.
El temperamento de Senda en ese momento no era algo que Mauren pueda soportar.
-¡Por favor, no me desmayes!- dijo Hedi en tono enfático.
Mauren se mordió el labio, finalmente se puso de pie y se fue.
...Esa noche Senda regresó a habitación a las diez y pico.
Tan pronto como se duchó, la tiró en la cama.
Ella estaba acostada en la cama sin resistencia, pero, aún así, todavía no se dio por vencido.
-¿Por qué no quieres probarlo? ¡Era tu abuela favorita!-
El hombre detrás de ella no tenía ningunas palabras, y al azar, se quitó el albornoz y lo tiró al lado de la silla.
Mauren se apretó los dientes y soportó en silencio la devastación de Senda como una tormenta.
Pero esta noche estaba más terrible que nunca, y la fuerza que cayó sobre ella casi la destruyó.
Finalmente, cuando no pudo soportarlo, gritó roncamente, -¿Por qué...-
Nadie le dijo por qué.copy right hot novel pub