Antes de que presentara su identidad, Imran que se sentaba en ese lado se levantó bruscamente, con una sonrisa encantadora, y dijo -Max, soy yo, Imran. Mi papá es Diego Bulluga. -
Max volvió la cabeza y vio al señor del Grupo Bulluga, el hijo de Diego.
Simplemente sonrió levemente y decía -De veras es el señor Imran. -
Imran les presentaba inmediatamente -Tía, Tío, Helena, este es el director que acabo de mencionar hace poco, Max Berganza, el director del GRR Tong, quien es una persona caracterizado en la Ciudad H. -
Julieta se sobresaltó, pensando que qué mala suerte, sonrió en seguida y dijo -Max, lo siento por no reconocerlo. Lo siento mucho. -
Helena también inclinó su cabeza y sonrió levemente.
No le importa nada a Pedro, pero siendo hijos de la familia Villarroel, en el exterior, tenía que ofrecer todo presentable.
Mientras tanto, Max dijo con una sonrisa -Como el palco es demasiado pequeño, ¿ustedes quieren cambiar al piso superior?-
Al oírlo, Juliete agitó las manos inmediatamente y explicó -Ay, no, no no no, no tenemos esta idea. Max, usted lo ha malentendido. -
Al hablar, echó una mirada furiosa a Ismael.
¿Esto era para emprender una expedición punitiva contra ellos? ¿Para ahuyentarlos?
No obstante, las siguientes palabras de Max los sorprendieron mucho y todos no podían creerlo.
Dijo -Bueno, voy a cambiar al palco de la planta superior para ustedes. ¿Qué les parece el jardín colgante en el último piso?-
Al hablar, aún miró hacia Ismael y cuando vio que no lo negaba, se sintió aliviado en el corazón.
¡Este era el huéspede del jefe!
-¿Ah? ¿El...el jardín colgante?-
La boca pequeña de Helena se abrió grande y sus ojos grandes que parpadeaban estaban llenos de dudas.
Imran y Julieta se sintieron aún más incomprensibles.
¡Al jardín colgante del último piso, incluso Irman no había ido en persona!
Solo había ido al tercer piso, y además, iba con su padre para los negocios disfrutando la comida de paso. Pero el estándar de consumo era a partir de sesenta mil euros.
¡Y este jardín colgante, estaba en el piso más alto y más caro en todo el GRR Tong, donde solo hay cuatro palcos!
En cada palco hay los camareros especialmente entrenados por el club.
Asímismo, este jardín colgante no era algo al que la gente común podía subir. Las entradas eran para las personas ricas con un valor más de cien millones y otras demandas extrañas. En resumen, ¡eran muy estrictas!
-No, no haca falta, Max. Aquí estamos bien. -
Helena no era idiota y hace poco desde las palabras de Ismael sabía que, ¡una entrada del jardín colgante en el último piso era un valor personal de más de cien millones!
¡Además, el estándar de consumo era más de un millón!
Sin embargo.
Max sonrió y dijo -Esta debería ser la señorita Helena.copy right hot novel pub