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El Secreto de Ismael

Capítulo 66: Perdóname

Rebeca se dio la vuelta y siguió adelante maneando el trasero, odiaba y subestimaba más al hombre detrás de ella.

¿Trabajador migratorio?

A Ismael le molestaba un tanto, esta mujer se habrá equivocado.

Pronto, vino a un trastero con ella donde se depositaban muchas sillas de sala de música.

Rebeca señaló a un lado con arrogancia ordenando, -A trabajar, tienes que colocar todas esas sillas en la sala interior antes de salir del trabajo. Y vosotros, daos prisa, no seáis perezosos, os espero aquí, si alguien quiere estar ocioso, ¡no va a cobrar el sueldo!-

Al escuchar lo que dijo, los obreros empezaron a trabajar con fuerza.

Ismael estaba un poco dudoso, porque lo que estaba frente a él era un desastre.

¿Cómo que he venido a mover cosas?

-Lo siento, no sé si te has equivocado, no he venido aquí a…- Ismael giró y miró a la mujer puliéndose las uñas frente a él.

Rebeca levantó la cabeza y dijo con indiferencia, -Un trabajador migratorio a tiempo parcial, de donde te sale tantas tonterías, ¡A trabajar!-

Miró fríamente a los obreros que estaban viendo la escena y regañó, -Qué miráis, inútiles, a trabajar. ¡Si no os reduzco el salario!-

La cara de Ismael se puso mal y dijo, -¿Qué haces? Los trabajadores no son animales, les pagas y ellos cobran, tenéis la relación laboral, no eres terrateniente y ellos tampoco son esclavos. ¿Por qué no les das el respeto?-

Rebeca iba a irse, pero al escuchar lo que dijo Ismael, le pareció increíble y miró a él de arriba abajo con un par de ojos adornados de pestañas espesas, luego apuntó a la nariz de Ismael regañando, -¿Quién te envío aquí? ¿Cómo te atreves a hablarme así? ¿Sabes quién soy?-

Rebeca estaba muy cerca de Ismael, su voz era tan alta que le salió espuma de la boca.

Ismael la estaba mirando con odio y dijo fríamente, -No me importa quién seas, solo espero que puedas respetar a los demás, de esta manera los otros también te respetan. Si no, no te saldrá bien.-

-Huy, qué gracioso…-

Rebeca rio con una cara indiferente y provocante, la verdad no entiendo, ¿cómo te atreves hablarme así? Vale, no quiero seguir contigo, lárgate, aquí no hay lugar para ti.-

Le empujó a Ismael y le regañó.

Ismael quitó la mano suya y dijo lentamente, -No he venido a trabajar, sino a buscar a vuestra directora Gallo.-

-¿A buscar a Señora Gallo? ¿Tú?-

Dijo impacientemente, -¿Cómo? ¿Quieres razonar con ella? ¿Quién eres? Vete ahora, si no, ¡voy a llamar al agente de seguridad!-

Rebeca puso las manos contra el lado con la cabeza alzada, se mostró muy agresiva.

Ismael frunció las cejas.

¡Quién se cree que era!

Insolente, llevaba gafas de colores, cada momento estaba dando insultos como si fuera una noble.

Esta vez Ismael se puso enfadado de verdad, con la gente esa tampoco podía ser razonable.copy right hot novel pub

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