Me levanté de la silla, enojada. Al parecer se le ha hecho decir que soy suya. ¡Por Dios! Apenas lo conozco.

—¡No soy tuya, Caleb! —Espeté.

Lanor se volvió a él.

—Ya la oíste —le dijo ocultando una sonrisa por mi reacción.

Caleb lo miraba furioso, tenía la mandíbula apretada y, de la furia, rompió su vaso de cerveza. Y eso que era de vidrio.

No te le acerques, Lanor, sino que tienen problemas. —Advirtió — Ya sabes a lo que me refiero.

Me dio una última mirada, pero no era una mirada de odio. Era una mirada calma. ¿Cómo puede cambiar de humor tan rápido?

Lanor se acercó a mí.

—Oye, ¿quieres bailar? —Susurró en mi oído.

Lo miré

¿Qué tenemos querido decir Caleb con eso? ¿"Sabe a lo que se refiere"?

—Lanor, no sé si sea ... —empecé diciendo, pero él me interrumpió.

—Oye, vinimos aquí para divertirnos; no le hagas caso a Caleb. —Me tomó de las manos.

Fruncí el ceño en su dirección.

Me siento rara que me toque Lanor. No es el mismo sentimiento que tengo cuando Caleb lo hace. El toque de Caleb es cálido y me provoca calma. En cambio con Lanor ... No me provoca nada.

¿En serio los estoy comparando?

Asentí en dirección a Lanor y caminamos hacia la pista de baile. Tenía la cerveza en la mano, al igual que Lanor. Bailamos al ritmo de la música. No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero me dio sed. Mi vaso de cerveza se había acabado.

—¡Vamos por un trago! —Le grité a Lanor.

Sonrió y asintió.

Nos dirigimos a la barra, porque sí había una en esta casa, y Lanor pidió vodka. Recorrí todo el salón, las luces me hicieron más difícil mirar a rostros conocidos. Tenía la esperanza de ver a alguien conocido allí.

¡Maldita sea! No sé porqué tengo esta necesidad de ver a un Caleb.

Debo de estar loca.

—Aquí tienes. —Lanor me dio el vaso lleno de vodka. Tenía tanta sed que lo cogí y me lo bebí de un solo sorbo.

Lanor alzó las cejas.

—Calma, Fiera, tomalo con calma. —sonrió y dio un sorbo a su trago.copy right hot novel pub