Me quedé quieta, en silencio, observando a Caleb. No podía creer lo que me había dicho, ¿mató a Scott? Pero eran mejores amigos, no lo entiendo ¿porqué lo hizo?.
—N-no entiendo. —titubeé. La lluvia amenazaba con caer pronto.
Se acercó a mí y me tomó del brazo.
—Ven, siéntate. —me dijo. Nos sentamos en el césped. Yo todavía no procesaba semejante confesión.
Él tenía la mirada perdida.
—Katalina, te lo contaré todo. —me miró—No quiero mentirte más.
Asentí lentamente.
Me preparé mentalmente para lo que me fuera a decir.
—Esa tarde Piper llegó a casa hecha una furia, me había dicho que Scott la había dejado frente a todos en el colegio, la humilló, yo intenté no reír porque me había parecido gracioso que Scott haya hecho eso, pero no lo hice. Luego después me dijo que fue porque él sabía lo que éramos. —hizo una pausa—Mi papá había escuchado eso último, no le gustó para nada y dijo que aunque fuéramos amigos teníamos que... Silenciarlo. —suspiró. Se nota que contar esto le afecta mucho. Tomé su mano y lo invité a que prosiguiera. —Logré convencerlo de que no le hicieran daño, que yo iba a hablar con él; pero esa noche llegó otra vez Piper diciéndonos a todos los de la manada que habían unos intrusos en nuestro territorio, que querían adueñarse de nuestras tierras, no lo pensamos dos veces y salimos en busca de ellos, cada quién se fue por su lado, más adelante me encontré con uno, llevaba una capucha negra, él no estaba convertido en lobo lo cual me pareció raro pero lo ignoré, me le lancé encima y le mordí el cuello, luego lo rasguñé en algunas partes de su cuerpo. —me miró—. Cuándo lo dejé de hacer al ver que ya no luchaba pude ver su cara... Era Scott.
Tragué grueso. Oh, Dios, es terrible. Apreté su mano y le di una mirada cálida, dándole a entender que no lo juzgaba, que estaba con él.
—Lo siento mucho, Caleb. —le susurré.
Me sonrió de lado, sin ánimos.
Saber que fue un accidente la muerte de Scott me tranquiliza, pero la única culpable ha sido la estúpida de Piper, ella hizo que esto pasara, que Caleb asesinara a su mejor amigo.
—Fue culpa de la idiota de Piper —me dije más para mí misma—. No entiendo porqué saliste con ella después.
—Mi padre y su padre son amigos, nos hicieron creer que era lo mejor para la manada, yo estaba tan fuera de mi mundo que acepté —dijo, con la mirada perdida.
Enarqué una ceja.
—Ellos me hiceron creer que mi mate estaba muerta, que ya tal vez no te iba a encontrar —me miró—. Que ya hubiera sido tiempo de haberte encontrado.
Mi corazón dio un vuelco.
—Sin embargo aquí estás. Llegas en el momento justo—prosiguió.
Le sonreí. Y pensar que he sido tan cruel con él, me siento fatal en este momento, por haberlo dejado en los momentos más difíciles, cuándo él solo quería protegerme. He sido una idiota.copy right hot novel pub