Cuando la fiesta terminó eran las 2:00 am. Daniel me llevo a nuestra habitación presidencial, había flores y velas en toda la habitación la clásica imagen de novela para una noche de bodas, Daniel me besó tan apasionadamente que me olvidé de todo, sus manos en mi cintura y espalda me acercaba más a él, yo correspondí a su beso, pero no lo abracé, estoy divida en dos partes, siento que Daniel mueve mucho más que mis deseos y Wil él fue ese primer sentimiento.
Sabia que me mantendría alejada de Will mientras esté casada con Daniel, porque no es justo para nadie.
Daniel se detuvo, te vas a bañar primero, me pregunto, yo contesté que no.
- Bueno como no te quieres bañar, yo si lo haré, mientras puedes buscar su pijama, no tardaré, dicho eso me dirigí al baño, quería hacerla mía, pero después de todo lo que pasó no es el momento.
Estaba por salir del baño listo para ir a la cama, y escuché a Sarah maldecir una y otra vez, así que salí para preguntar cuál era su inconveniente, pero lo supe cuando llegué a la cama, sobre esta había todo tipo de lencería, y cada una más pequeño que el anterior, así que me dirigí a mi equipaje, saque una de mis playeras y se lo entregué, este es mejor le dije.
- Cuando Daniel entró al baño me dirigí a mis maletas que mi mamá había preparado para mi, y así no volver a casa en unos días, ya que una luna de miel no estaba en nuestros planes desde el principio, saqué la primera prenda, era completamente transparente, la segunda de encaje, la tercera un pequeño bra con una tanga, y así habían más, pero en ninguna parte habías algo más discreto y decente, estaba tan frustrada que comencé a lanzar maldiciones que ni yo sabian que las sabía, escuché salir a Daniel del baño, se paró junto a la cama sin decir ninguna palabra y luego se fue, regresó con una playera su suya y me la dio, se agradecí de corazón, me ayudó a levantarme del suelo, inmediatamente fui al baño, cuando llegué había un cepillo con pastal dental dispuesto para mi, me cepille los dientes, me desmaquille y me lave la cara, quise quitarme el vestido por mi misma pero no pude, salí aún con el vestido negro puesto, Daniel al verme me llamó, su voz fue tan dulce que estaría con el por el resto de mi vida.
- La miré salir aún con el vestido negro que le quedaba maravilloso, se que le gusta ese color también a mi, pero hubiera preferido que para este día fuese uno blanco con todas las novias, pero me recordé que ella no es como las otras sin duda no hay nadie igual a ella, y eso me gusta aún más.
Llego junto a mi, su rostro ruborizado me hizo sonreír, sabía que aún le daba timidez que la mirara desnuda, la tomé de los hombros y la giré dándome la espalda, sabía que así se sentirá mejor.
Le susurré al oído, tranquila cariño, no haré nada.
- Escuchar su voz tan seductora cerca de mi oido, me hizo desearlo más, mi producto palpitante podía su ayuda, controle mis emociones para que no me delataran pero fue inútil, Daniel había mi visto todo, sentí como su producto endurecido golpeaba mi trasero, se sentía tan vivo y lleno de vitalidad, su caliente mano se deslizaba junto al cierre hasta el final, deslizó mi vestido hasta caer al suelo, me levanto y camino hasta la cama, dejándome en el suelo, me besó con un salvajismo adolescente, ese fue el mismo beso que me dieron en mi cumpleaños hace años, la misma impetud, el mismo sabor, el mismo sentimiento, el mismo en todos los sentidos, como si fuera el mismo beso.
Me estremecí, mi cabeza comenzaba a doler mientras pensaba, traté de recordar esos años, pero estaba completamente en blanco, al mismo tiempo que me dejaba caer en la cama con Daniel encima de mí, sus manos quemaba mi piel de deseo, mi interior pedía su producto, pero Daniel se detuvo, insatisfecha por su actitud me enojé, que te pasa, pregunte, Sarah te amo dijo hincado al borde de la cama, te deseo tanto pero no quiero que sea así, tu ni siquiera crees que las fotos no son lo que parecen, te juro que demostraré mi inocencia y ese día te haré el amor todas las veces que puede, no me importará si suplicas perdón.
- Al escuchar sus promesas me reí, sabía que habla en serio, así que tomé la iniciativa de pedirle su explicación, cosa que horas pasadas me negué a darle, se acostó junto a mi y comenzó su relato.
- Ese día estuve con Charles en su casa, tomamos una botella de whisky, le platiqué de mis planes contigo, después nos dirigimos al restaurante, el se despidió de mi y se fue, en ese momento fue cuando Liza y yo nos encontramos, y sin más me besó, quise alejarla pero me sentí mareado, solo recuerdo que nos besamos por un tiempo, y digo nos besamos pero en realidad fue ella quien me besó, y al estar mareado cada vez más, me aferré a ella como una salvación, ya no recuerdo más, no se como llegue al hotel, al día siguiente salimos juntos, y sin verlo venir me besó de nuevo, dijo que es una despedida, así fue como pasó.
- Había algo que no cuadraba, es el típico trama de una novela, pero hay que tener el valor suficiente par llevarlo a la práctica, pensaba, ya que el me dijo todo, ahora yo era la mala del cuento, recordé que tuve sexo con Charles, a su que era hora de ser sincera con Daniel.
Bueno, yo también quiero decirte que..... que.... esa noche me encontré al una persona especial que conocí hace mucho tiempo, y aunque olvidé casi todo, aún conservo los recuerdos más felices y estimulantes en mi mente...copy right hot novel pub