Si dormir es rico, imagínate dormir abrazado a tu pareja, sentir su olorcito, su calorcito, su piel, despertar y lo primero que veas es al amor de tu vida junto a ti, incluso si no duramos para siempre, si terminamos y no hablamos otra vez, siempre sabré que en este momento ella fue para mi.
Sarah, mi Sarah, mi primer y único amor.
Que ganas tengo de arrancarte los miedos a besos, ansío desnudarte las dudas, quitartelas lento hasta que no quede ninguna.
Que ganas de extinguir tus inseguridades, de besarte esos defectos que para mí son motivos suficientes para amarte, no me conformo con enamorarme de tus lunares, quiero amar cada una de tus pecas, quiero encontrar cada punto en el que tu espalda se arquea, seguir viéndote igual de preciosa que la primera vez, paseando los dedos en tu cintura, dejando pasar el tiempo en tus pechos y caderas, olvidándonos que ahí afuera hay una guerra, y dedicando nos este tiempo que luce infinito en tus labios, que ganas tengo de desnudarte todas las noches.
Mirando a Sarah dormir, tranquila y serena entre mis brazos, sentir su respiración pausada sobre mi piel, me tenía excitado tanto que mi producto comenzaba a doler, total la maldita noche estuve así, y ahora desde que desperté estoy muy pero muy duro, a pesar que no me guste creo que la mejor idea será que cada quien duerma en su habitación hasta que Sarah decida si corresponder a mis sentimientos, pero antes de eso creo que tendré que hablar seriamente con ella, porque si piensa que este matrimonio solo es por conveniencia esta equivocada.
- Creo que desperté la respiración de Daniel agitanda, sentí como su producto se endurecía en mi abdomen, tenerme solo con una playera que apenas cubría parte de mi cuerpo y el que no me tocará de manera sexual tranquilizaba mi mente y mi corazón, en todo momento me respeto y se lo agradezco, sabia que mi confianza en el no era en vano, otro en su lugar me habría convencido con beso y caricias pero el no fue así, tranquilice mi respiración y fingi dormir, estuvimos abrazados hasta que su estómago rugió de hambre, se levantó, separandome suave y delicadamente de sus brazos, pero no quería quedarme sola en la cama, si que me aferré de su mano, mientras Daniel me miraba con ternura intentaba soltarse de mi, duerme cariño, cuando este aquí el desayuno te despierto dijo acariciando mi cabeza y despejando mi cabello de mi rostro.
- Me sorprendí cuando Sarah me detuvo, si tan solo ella estuviera segura de mis sentimientos, juro que no la dejaría dormir, pero me pidió tiempo y espero que después de pensarlo apueste por mi amor, con mis pensamientos me fui al baño aún endurecido, me dispuse a calmar mi producto, hacia muchos años que no empleaba mi mano para satisfacer mi deseo, fue gracioso teniendo una mujer sexi en mi cama y yo autosatisfaciendo mi necesidad, no lo hacía desde que cumplir 20 años, termine no satisfecho del todo pero ya con menos presión, salí del baño solo con una toalla al rededor de mi cintura, ya lo hay nada que ocultar, sabe y conoce mi cuerpo, o mejor dicho a sentido mi cuerpo, encontré a Sarah sentada en la cama, no me quitó la vista por ningún segundo, luego se fue a bañar, cuando salió el desayuno ya estaba en la habitación, desayunamos juntos, por desgracia nos quedamos los 3 días en la habitación, ya que no teníamos ropa adecuada para salir, y si saliéramos nuestros padres no sabrían y los reprimendas no se harían esperar, no fue del todo malo, eso nos sirvió para conocernos mejor, teníamos más cosas en común de lo que habíamos imaginado.
- Salió Daniel del baño casi desnudo, yo estaba sentada en la cama pensando cada una de las palabras que dijo, sentí que sus palabras eran sinceras lo cual mi corazón se alegró, después de desayunar pedimos ropa casual para salir del hotel, oh sorpresa mi madre había dejado unos hombres afuera de nuestra habitación que nos impidieran salir y solo estaban autorizados a traernos comidas, ni nuestros amigos se les permitió entrar, no me quejo nos conocimos más, entre juegos nos besamos y acariciamos, nuestra cama fue el lugar más cómodo de estar, yo siempre en los brazos de Daniel, hubo varias promesas de parte de Daniel hacia mí, y yo no podía prometerle amarlo, se que tal vez no lo merezca pero, me siento triste el solo pensar que podría dejarme, que podría amar a alguien más, y con cada pensamiento de ese tipo me enojaba, pero en ninguna de esas ocasiones se molestó, fue todo lo contrario, recientemente se sentaba en sillon y decía; solo tú me puedes alejar de ti aún cuando yo no quiero hacerlo, me abrazaba más fuerte cuando me dejaba y cuando dejaba que me consolará sin saber el motivo siempre dijo, no se que te duele, pero te aseguro que sufro más el verte sufrir, así fueron mis días con Daniel, mi día y noche solo era él, cada noche soñaba que me hacía el amor, y su figura saliendo del baño solo con una toalla era mi sufrimiento, mirarlo cada vez después de su baño me daban ganas de comerme su enorme producto, imaginarlo en mi boca se había convertido en mi fantasía, bueno en mi única fantasía, los 3 días se fueron como agua en los dedos, y ahí afuera me esperaba una realidad al que no quería regresar.
- Cuando salimos de la habitación recitamos una de las promesas en la que estuve de acuerdo.
- Te espero el sábado, le dije a Daniel, era la única promesa que cumpliría para el por el momento.
- Te esperaré el sábado en esta misma habitación, pero Sarah no olvides, te esperaré en mi vida en cualquier momento.copy right hot novel pub