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Gea: Por siempre el deseo del alfa Eros.

Capitulo 31.

Xel había muerto y se había llevado consigo una gran parte de Gea. No importaba si había más personas a su lado, Xel era irremplazable, seria inolvidable y junto a lo que el había dejado, los sentimientos que provocó, todo lo que su sonrisa ocasiono... lo que sus besos y te amo ocasionaron.

Gea estaba destruida, sus sentimientos estaban hecho nada, su sonrisa estaba desvanecida.

Cuando Xel intentó besarla por última vez, cuando a pesar de estar con Eros ella lo permitiría, cuando... cuando sus ojos se cerraron y su mirada se despidió de ella, cuando en ese momento Eros supo que como el primer amor no había nada. Si, él estaba con Gea, pero sabía perfectamente que el corazón de ella siempre estaría dividido en dos partes. Y, no, no le daba rabia aquello.

Era suficiente con que ella estuviese con él y lo amase; de lo demás se encargaba el, verla sonreír era suficiente para vivir de forma feliz. Una sonrisa de Gea equivalía a una eternidad llena de felicidad.

Analí mantenía el silencio la mayoría del tiempo, guardaba luto a la Isa que fue su hermana, a la que la acompaño mientras su madre moría de cáncer, a quien estuvo con ella en sus momentos mas felices. Gray y Darwin debían retomar su relación, como era antes. Antes de crecer y volverse delta y beta del alfa Eros.

Clarisse estaba cien por ciento segura de que su lugar era al lado de Xel, no al lado de Gea. Su amistad lo fue todo, pero en ese entonces no había conocido el amor. Lo conoció cuando vio que el hombre al cual amaba era feliz al lado de otra persona, se lamentó cada segundo el haberse involucrado con el sin saber cómo era su relación con Gea. Tal vez si hubiese tenido más tiempo para conocerlo y estar segura de que era su mate.

Pero no, ella no tenía la culpa. Amar no es algo por lo cual uno se debe sentir culpable.

Y Xel, el solo pensaba si podría algún día volver, si algún día podría ver los ojos de su Gea una vez más, pero no... no era un libro de fantasía, el no volvería por arte de magia a reclamar el corazón de su amada.

Había pasado una semana, la herida siquiera había empezado a sanar, era como si le hubiesen hecho mil cortes sobre su piel y aun después de terminar seguía teniendo la sensación de que continuaban haciéndolo, de que su piel era violada con un filo de una espada o hasta de una misma flecha.

El frio viendo abrazo su cuerpo haciendo que su pelo se moviese al compás de el, suspiro mirando sus pies descalzos.

—¿Gea? —La voz de Analí a sus espaldas la hizo sonreír levemente, pero su sonrisa mentía, claro que mentía.

—¿Qué sucede? —Pregunto acercándose, pero Analí aún mantenía su distancia, no había sido ella, pero la culpa en su pecho era inevitable, había sido su hermana la asesina de uno de los hombres que amaba y eso no podía resolverse con una disculpa, lastimosamente, una persona no vuelve a la vida con un "Lo siento.copy right hot novel pub

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