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Gea: Por siempre el deseo del alfa Eros.

Capitulo 3.

Su padre sabía, su padre sabía que ella había entrado a la habitación del alfa pero este no le había dicho nada, lo quiso pero no lo hizo. El padre de Gea pensaba que tal vez el anillo sobre su dedo ayudaría a que el alfa no se diese cuenta que ella era su mate, había algo más allá, su padre lo presentía pero temía enterarse el qué.

Cuando encontraron a Gea era tan pequeña, algo tan pequeño que logró robar el amor de dos lobos, aquella niña llegó como una bendición hacia ellos, la vida te premia cuando la llevas bien.

Tuvieron a Jake con mucha dificultad, ambos intentaron tener a otro bebé y les fué imposible hasta que apareció ella, como una aguja en un pajar.

-—¿Qué sucede? —-Preguntó su esposa a su lado.

-—Nada, Alice —Respondió con una sonrisa.

Aquella pareja había ido dónde una bruja amiga suya hacia años, la razón era simple, la pequeña había llegado con un anillo en su manta el cual era un tanto extraño. Cuando descubrieron qué era ambos se sorprendieron, aquel anillo serviría para cuidarla de aquellas cosas malas que podrían llegar, la ocultaba del mundo, la tenía cubierta y si en algún momento se lo quitase el peligro vendría y cosas nuevas vería.

Cuando ella era pequeña se enteraron que era la mate del alfa, el anillo ocultaba todo lo que pudiese ser diferente en ella. Su padre vio la actitud de un pequeño alfa hacia una bebé con pocos meses de nacimiento, ella era su mate, la mujer elegida para él, solo para él, sabía que estaba mal arrebatarle eso a un lobo pero era la mejor opción.

Gea no podía cargar con aquel anillo en sus dedos así que los primeros momentos de su crecimiento lo usó unido a un collar. Era lo mejor. Debía proteger a su pequeña.

*

-—Arriba —La voz de Darwin se escuchó una vez más, le dolía todo el cuerpo, sentía que le había caído un gran librero encima.

—Muévete linda —Este fue el turno de Gray, ambos estaban mirando hacia abajo, fijaron la vista en sus ojos mientras que ella deseaba que el suelo fuese su cama en esos momentos.

-—Estoy viendo doble —-Soltó al abrir sus ojos y verlos.

-—No somos tan parecidos, no exageres —Dijo Darwin al momento en que su hermano extendió su mano para que ella se levantase del suelo.

-—¿Podríamos descansar un momento?—-Ambos negaron a la vez.

-—Solo una hora más, luego hay que prepararse para la fiesta -—La fiesta, menuda mierda. Quería ir, sin duda.

Quería ir a la fiesta pero el dolor de cuerpo que cargaba en ese momento no la dejaría levantarse de la cama.

—No quiero fiesta —-Soltó borde, la mirada de ambos hermanos chocaron sorprendidos, Gea nunca se había negado a ninguna celebración de la manada.

—No exageres, no hemos entrenado casi nada, eres una floja. —Dijo en broma el delta ganándose una mirada de parte de ella, no fue una mirada enojada si no de vergüenza con con poco de dolor en ella.

—Sigamos.

Pasaron varios minutos en los que ella llegó al piso, los demás guerreros que entrenaban la miraban con un poco de burla que no era maldad, les gustaba las ganas que le estaba poniendo al entrenar pero para ella no era suficiente.copy right hot novel pub

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