Todos los ojos estaban puestos en ella, joder que la tragara la tierra en ese momento.
—Debes estar loca. —Su madre soltó aquella palabras y Gea simplemente bajo la mirada. Ella no debía porque bajar el rostro y su madre tampoco debió soltar esas palabras, ella era una chica la cual tenía el derecho de poder ceder ante su mate.
La mirada de Eros fue hasta ella, la miro intensamente de forma tal que ella solo pudo suspirar volviéndolo loco, ese olor tan delicioso y exquisito que lo podía sentir en su lengua, tan suave, tan rico, tan Gea. Su mano fue hasta su cintura jalándola hacia él, reclamándola como si fuese la primera vez que la veía.
—Hueles tan bien...—Su voz resonó en aquel espacio, las personas miraban con respeto y anhelación a la pareja, después de todo lo que quería era un líder.
—Suéltame Eros, hay mucha gente —Su voz salió nerviosa y temblorosa mientras que el solo se frotaba contra ella.
Eros coloco su cabeza en el hueco de su cuello y se carcajeó dejando un beso sobre este. —Esto es tan normal como el hecho de que siempre he sabido que tu serias mía. —El cuerpo de esta se estremeció.
—Pues el alfa tiene luna. Salve el nuevo rey de los lobos—La voz del anciano se escuchó, bullicio y aplausos se hicieron presentes. Las personas rodearon sus cuerpos, pero ella se zafó, no supo cómo, pero lo hizo.
La chica salió del lugar no sin antes ser abrazada por varias personas, vio a la lejanía a Gray, pero no a Xel, este debía estar en alguna otra parte ya que no, no podía estar en territorio lobuno, amaba su cabeza, era un tanto estúpido aquello porque muchas veces había invadido Fores y allí perder la vida era más probable que perderla donde estaban Gea y Gray actualmente.
—¿Todo bien? —Pregunto este y ella asintió cerca de su cuerpo, apoyo su cabeza en su hombro y suspiro pensado.
—¿Crees que es lo correcto? —Pregunto esta bajito, Gray sonrió.
—No puedes arrepentirte ahora, ya el conoce tu olor. —La voz del chico a su lado salió tan pasiva que logro tranquilizarla al instante. —De alguna forma le perteneces, ¿Qué sentiste al tenerlo tan cerca? —Un sonrojo se posó en sus mejillas, está bajo su cabeza mirando en sus manos el anillo.
—No es la primera vez que lo tengo tan cerca. —La voz de esta salió coqueta y el abrió su boca en sorpresa.
—Mi madre decía que nunca terminas de conocer a las personas y fíjate, me saliste calentona. —Ella se alejó de este y coloco un dedo de cada mano y sonrió coqueta. —Atrevida —Esta se acercó nuevamente y le pego en uno de sus brazos ambos sonrieron.
—Aléjate de ella. —El cuerpo de Gea se giró mirando a la persona frente a ellos.
—No eres quien para darme ordenes —La voz de este salió enojada y Gea simplemente se quedó en medio, se sentía como la manzana de la discordia.
—¿ah no? —El cuerpo de Darwin avanzo hasta el de Gea y la jalo hasta el suyo.
—No discutan caras iguales. —Soltó Gea como modo de súplica se zafó de la mano de Darwin para acercarse un poco más a su amigo. —No deben seguir peleados por mi causa, odio eso, así que por favor resuelvan sus diferencias, ya que, si yo me quedo, Darwin también. —Su voz salió relajada y segura, sus palabras parecían haber sido un decreto, ya que, el beta de la manada bajo su mirada.
—Uy, eso como que no se va a poder —Gea escucho la voz de su mate y su corazón latió fuerte solo por el hecho de recordar a quien le pertenecía su corazón ahora. Siempre fue del alfa Eros, pero en ese momento ya todos lo sabían. —Ven conmigo Gea.
El cuerpo de ella en otra ocasión se hubiese movido gritando–A donde quieras daddy–pero en ese momento no lo haría. Los ojos de ella fueron hasta el negando, sabía que con el carácter que aquel alfa se cargaba podría hacer un desastre.copy right hot novel pub