Analí veía a su hermana frente a ella, ambas estaban en su casa tomando su comida. Estaban tomando su desayuno juntas después de tanto tiempo.
—¿Cómo te está yendo en los exámenes? —La hermana mayor rompió el silencio viendo a su hermana pequeña a su frente.
—Bien. —Respondió borde. Aquella actitud había sido ganada desde el funeral de su madre.
—Estoy haciendo el intento, ¿sabes? —Dijo esta, le molestaba el simple hecho de que todo lo estaba pasando sola, su hermana no estaba con ella la mayoría del tiempo. Salía y al parecer se divertía, ya que, volvía al otro día. No podía prohibirle nada, al fin y al cabo, su madre le daba buenas libertades.
—Sigue esforzándote —Respondió tajante la menor.
—Eres tan inmadura —Dijo enojada dejando de lado su desayuno.
—Te felicito, acabas de descubrir algo que todos sabían. —Un aplauso con crueles pausan fueron seguidas por aquellas palabras. Era difícil para ambas sobrellevar aquello y por ello su relación se iba cayendo. Poco a poco.
Y así fueron los días siguientes, Isa salía mientras que Analí se ahogaba en sus sabanas.
—Hasta que nos volvemos a ver. —Escucho la voz de aquel vampiro tras ella y su exalto había sido evidente.
—¿Qué deseas? No es buen momento. —Dijo esta mirándolo a su lado, esperaba en la parada de autobuses y la luna estaba fuera, tan redonda, tan brillante y tan sola como se sentía ella en ese momento.
—Siento esa soledad que te abraza, me duele tanto verte así—La voz de Xel salió tan baja y a la vez audible.
—No sabía que eras capaz de sentir dolor. —Los ojos de él la miraban tan fijamente que había caído en cuenta que su alma no era tan ingenua como las chicas de su edad. Bueno, su postura decía a gritos que si te metías con ella lo lamentarías. Su pelo rizo, su estatura, la forma de su cuerpo, su piel morena tan ardiente, sus labios gruesos y aquellos ojos café que lo habían vuelto loco.
—Así que sabes de nosotros, crees en nuestra existencia. —El tono en su voz y el brillo en sus ojos robo la atención de la chica.
—Creo en muchas cosas, vampiro —La mirada de ella abrazo el cuerpo de Xel y en esta ocasión ella repaso su cuerpo, su piel pálida, sus ojos y el carmesí en sus labios.
—Ahora tú debes venir conmigo. —La sorpresa en ella hizo que el cuerpo de Xel se acercara al de ella con gran velocidad. —El solo tenerte será suficiente para mí.copy right hot novel pub