Ya estamos por llegar a costas otomanas mi Sultana- Me avisó el capitán a lo que asentí viendo el mar, Mera sigue durmiendo pues apenas está saliendo el sol, mientras que yo salí a pedir algo de comer a las sirvientas. Mera va en serio sobre lo de tener un hijo y me ha tenido casi amarrada a la cama desde que salimos de Francia, no es que me moleste, para nada, pero debo descansar y retomar fuerzas, mi esposa me está dejando seca cada noche

- Perfecto ¿A qué hora estimada llegaremos?- Pregunte viendo el horizonte, dónde aparecerá mi tierra

- Dentro de 5 horas- Asentí nuevamente y entre a mi habitación despidiendo al capitán con la mano

Mi esposa dormía profundamente en la cama, la pobre debe estar agotadisima pero insiste en seguir haciéndolo para quedar embarazada. Mi princesa que pronto cumplirá un año está con las sirvientas, ya que no quiero hacerlo con ella en frente, es una bebe por el amor de los dioses. Me quité la gabardina que estaba usando quedando en simples pantalones y una camisa abierta, después de todo solo me puse ropa para ir a pedir algo de comer. Me senté en una mesita que habían instalado cerca de la única ventana que había y comencé a comer pensando en lo que me había pasado en Francia

Sé que los afrodisiacos son relativamente comunes tanto ahora como en mi tiempo, pero nunca espere ser víctima de ella, tener sexo borracha si, muchas veces de hecho, pero jamás que me drogaran, siempre tuve un especial cuidado con eso. Mi madre siempre me había advertido que tuviese cuidado con las bebidas pinchadas, que alguien podría hacerme daño y después de lo de Carolina, siempre tuve cuidado con las bebidas para protegerla de cualquier imbécil que se atreviera a pinchar su bebida cuando salíamos. Solía oler cada vaso que teníamos o nos traían, había aprendido a diferenciar el olor de mi cerveza normal con una cerveza pinchada. Reconocí el olor de los tragos que siempre tomábamos y me ayudó a saber cuándo estaban drogados y cuando estaban limpios

Es por eso que me dio tanta impresión cuando Mera sugirió que podrían haberme drogado, no conozco el olor del champagne rose y tampoco lo oli, pues perdí la costumbre al llegar aquí y servirme casi todos los tragos, además de la seguridad que cualquier copa de la que yo tome, alguna persona antes se aseguró que no tuviese nada. No recuerdo mucho, solo estar mareada y con un fuerte dolor de cabeza cuando todo se vuelve negro y despierto en aquella habitación vacía sin indicios de que haya otra persona, pero Mera tiene razón, es muy fácil vestirme nuevamente y cambiarme de habitación, además de que estaba agotada sexualmente, como ahora, lo que significa que estuve bastantes horas con la mujer

Hay algo en mi pecho que no he parado de sentir desde que abandoné Francia, como si un hilo me pidiese que me quedara ahí y no irme, creo que se debe a la posibilidad de que aquella mujer quede embarazada. Sé que soy más fértil que el hombre común y si la mujer estaba en ovulación es casi un embarazo seguro. Espero que si llega a nacer mi hijo o hija, se parezca a mí para poder pedir la custodia al rey Francés, no me interesa a quien mierda me deba enfrentar si algún noble o general, ese bebe tiene mi sangre y no dejaré que crezca fuera de mi territorio, donde puedo cuidarlo y verlo crecer

Ese niño es mío y crecerá como el príncipe o princesa que es, no dejare que por la ambición de alguno mi pequeño o pequeña se vea envuelto en un dilema que lo mantenga alejado de su verdadero hogar, es mi hijo y si Mera o Daniela no lo quieren criar, lo criare yo sola. Estaba tan concentrada pensando que casi salte cuando dos finos y delicados brazos me abrazaron por la espalda, me relaje de inmediato al sentir el perfume que estaba impregnado en la piel de mi esposa

- ¿Qué haces tan temprano pensando mi amor?- Murmuró mi esposa besando mi cuello mientras se sentaba en mi regazo, su hermoso cuerpo apenas tapado con una manta delgada que no dejaba nada a la imaginación- Deberías estar acostada conmigo disfrutando de la mañana

- Estaba pensando en lo que pasó en Francia- De inmediato mi esposa me miró con simpatía, ella sabe mejor que nadie que siempre he temido que me drogan para usarme y así tener poder- Temo haber dejado embarazada a aquella mujer

- Bueno, recemos a los dioses con que ese no haya sido el caso, pero si está destinado a nacer, ten por seguro que haremos lo necesario para que ese niño crezca en Estambul- Me dijo acariciando mi mejilla- Si ese niño lleva tu sangre, lo querré como si fuese mío, como lo hago con Badir

- Gracias mi vida, necesitaba escuchar eso- En verdad lo necesitaba, saber que si había un niño en la situación, Mera me ayudaría, la verdad me relajaba mucho

- Ahora, hay que preocuparnos por otra cosa- La miré con una ceja alzada confundida- En hacer a nuestro segundo hijo- Se levantó y se quitó la manta sin ningún pudor mostrándome su hermoso cuerpo. Dioses del olimpo, gracias por haberme dado tan hermosa mujer como esposa y madre de mis hijos

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- Felicidades comandante- Dijo el doctor que la estaba atendiendo en su carpa- ¡Esta embarazada!

La coronación de Carlos había sido hace una semana y Juana ya estaba en los campos de batalla, esta vez sola pues Carlos debía ocuparse de asuntos de la realeza y eso. Ella estaba agradecida por eso, las campañas militares pueden durar años, la misma guerra que ella estaba peleando duro cerca de cien años. Por lo que ahora estando confirmado su embarazo, podría llevarlo en el campo de batalla

Debería ser mucho más cuidadosa que antes y no hacer notar su embarazo, en especial a los otomanos.copy right hot novel pub